En un fallo trascendental, un juez federal de Estados Unidos ha dictaminado que Google podrá mantener su popular navegador Chrome, pero con importantes condiciones impuestas para limitar los efectos monopolísticos de su asociación.
El Departamento de Justicia de EE. UU. había solicitado la desvinculación de Google y Chrome, entre otras medidas, para reducir el dominio de la empresa en el mercado de los buscadores. Sin embargo, el juez Amit Mehta no llegó tan lejos en su decisión.
Restricciones Clave para Google
El fallo prohíbe a Google mantener cualquier contrato exclusivo relacionado con la distribución de Google Search, Chrome, Google Assistant y la aplicación Gemini, su chatbot de inteligencia artificial (IA). Esto significa que Google ya no podrá obligar a los usuarios a utilizar exclusivamente su navegador Chrome.
Además, el juez dictaminó que Google no está obligado a desprenderse de Chrome ni del sistema operativo Android, ya que los demandantes se extralimitaron al solicitar la desinversión forzosa de estos activos clave.
El Impacto de la IA Generativa
El juez Mehta reconoció que «mucho ha cambiado» desde el inicio del proceso judicial, y que la irrupción de la IA generativa, con chatbots como ChatGPT, Perplexity y Claude, «puede cambiar las reglas del juego» en la forma en que las personas buscan información en Internet.
De hecho, el magistrado señaló que «hoy en día, decenas de millones de personas utilizan chatbots de GenAI para recopilar información que antes buscaban a través de búsquedas en Internet».
Victorias y Concesiones para Google
Si bien Google no tendrá que desprenderse de Chrome ni de Android, el fallo le impone restricciones significativas en cuanto a los contratos de exclusividad. Esto podría abrir la puerta a una mayor competencia en el mercado de los navegadores web.
Por otro lado, Google obtuvo una victoria al poder seguir realizando pagos u ofreciendo otras contraprestaciones a los socios de distribución por instalar Google Search, Chrome o sus productos de IA generativa, ya que el juez consideró que esto causaría «daños sustanciales» tanto en sus socios como en los consumidores.
En resumen, este histórico caso antimonopolio contra Google ha resultado en un fallo que le permite conservar Chrome, pero con importantes restricciones para fomentar la competencia y adaptarse a los cambios tecnológicos, como la creciente influencia de la IA generativa en la forma en que las personas buscan información en línea.
