La historia de Julieta Silva es una de esas que parecen sacadas de una docuserie de Netflix. Marcada por un trágico accidente que le costó la vida a su novio Genaro Fortunato en 2017, Silva ahora se enfrenta a nuevos cargos de violencia doméstica contra su actual esposo, Lucas Giménez. Sin embargo, ella sostiene que es la verdadera víctima, denunciando una «estigmatización social» que la persigue.
En 2017, Julieta Silva, entonces de 29 años, atropelló y mató a su novio Genaro Fortunato después de una discusión en un bar. Según la reconstrucción judicial, Silva, que había consumido alcohol y conducía sin sus lentes obligatorios, aceleró su vehículo cuando Genaro se acercó a la ventanilla, pasándole por encima y matándolo al instante. Tras un juicio que conmocionó a la sociedad mendocina, Silva fue declarada culpable de «homicidio culposo agravado» y condenada a 3 años y 9 meses de prisión, cumpliendo gran parte de la pena bajo arresto domiciliario.
Una Nueva Vida, Nuevos Problemas
Tras cumplir su condena, Julieta Silva contrajo matrimonio con Lucas Giménez y tuvieron una hija. Sin embargo, la aparente felicidad de esta nueva etapa se vio interrumpida el 24 de julio de este año, cuando Giménez denunció a Silva por violencia doméstica.
Según la denuncia, Silva habría golpeado a su marido tras una discusión por motivos económicos. Cuando la Policía llegó al domicilio, encontraron a Giménez con escoriaciones e hinchazón en el rostro. Silva fue detenida y acusada de «lesiones leves agravadas por el vínculo y privación ilegítima de la libertad».
La Defensa de Julieta Silva: «Estigmatización Social»
Para defenderse de los nuevos cargos, Julieta Silva, a través de su abogado Roberto Castillo, sostiene que es víctima de una «estigmatización social» derivada de sus antecedentes penales. Castillo argumenta que Lucas Giménez habría construido un «presunto escenario de violencia» para poder separarse de Silva, a quien supuestamente extorsionaba.
Según la versión de Silva, ella es la verdadera víctima de una «relación de sometimiento» y que su marido «la chantajeaba» y le hacía escenas de celos. La defensa también anticipó que Silva se presentará como querellante en tres denuncias que hizo contra Giménez por amenazas, violación de domicilio y violencia de género.
¿Víctima o Victimaria?
La historia de Julieta Silva parece estar marcada por una espiral de violencia y tragedia. Mientras que ella alega ser víctima de una «estigmatización social» y de una relación tóxica con su actual esposo, las autoridades la acusan de nuevos actos de violencia doméstica.
¿Será posible romper este círculo vicioso? ¿Logrará Julieta Silva demostrar que es la verdadera víctima en esta historia o deberá enfrentar nuevas consecuencias legales? El futuro de esta mujer marcada por el pasado aún está por definirse.
