En los bastidores de la televisión chilena, a veces se esconden historias dignas de una película de acción. Tal es el caso de la épica pelea a combos que protagonizaron Mauricio Correa y Felipe Camiroaga, dos figuras icónicas de la pantalla chica, en pleno auge de sus carreras.
Según relata el propio Correa en una reciente entrevista, todo se habría desencadenado por un cambio de último minuto en el programa ‘Buenos Días a Todos’, que en ese entonces competía ferozmente con ‘Mekano’ por el rating matinal. Cuando Correa ordenó al locutor Patricio Frez que bajara al estudio para revelar su identidad antes que el canal rival, Camiroaga subió furioso a la sala de dirección.
«Me dice ‘sale de ahí, te voy a sacar la cresta’ y la huea», habría dicho el animador, según Correa. Ante esto, el periodista intentó calmarlo enviándolo a su camarín, pero la situación solo empeoró.
Allí, en medio de los vestuarios de sus personajes, Camiroaga le lanzó un cenicero a Correa, quien lo esquivó y luego «lo tecleó». Según el relato, la actriz Karen Doggenweiler, vestida como la ‘Señorita Andrea’, salió gritando «¡Ayuda, ayuda, están peleando!» mientras el personal del canal intentaba separarlos.
Una Amistad Traicionada
Mauricio Correa reconoce que, a pesar de los golpes, se merecía la reacción de Camiroaga, pues había traicionado su amistad al anteponer los intereses del programa. «Yo no puse ni un manotazo, nada», afirma, admitiendo que el animador tenía razones para su furia.
Esta sorprendente pelea a combos entre dos figuras tan prominentes de la televisión chilena de la época demuestra que, incluso detrás de las cámaras, los egos y la competencia pueden desatar verdaderos dramas dignos de una telenovela.
Lecciones Aprendidas
La lección que deja este episodio es que, en el mundo de la televisión, donde los ratings y la imagen pública son cruciales, las tensiones pueden llegar a niveles insospechados. Sin embargo, la madurez y el respeto mutuo son fundamentales para mantener la profesionalidad, incluso cuando los intereses entran en conflicto.
Hoy, con la perspectiva del tiempo, esta pelea a combos entre Mauricio Correa y Felipe Camiroaga se ha convertido en un clásico de los bastidores de la televisión chilena, un recordatorio de que detrás de la pantalla también hay historias dignas de ser contadas.