El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha emitido una contundente advertencia sobre el estado de la democracia en Estados Unidos, tras conocerse la exigencia del gobierno de Donald Trump a los museos del país para que ajusten cualquier contenido que haya sido considerado «problemático» en cuanto a «tono, encuadre histórico y alineación con los ideales estadounidenses».
En un mensaje publicado a través de su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), Boric cuestionó enérgicamente esta medida, señalando que sería «absolutamente inaceptable y un escándalo gigante» si el gobierno chileno intentara delimitar qué se puede y qué no se puede exhibir en los museos nacionales. «Y es bueno que así sea. Pero eso es justamente lo que está haciendo el Gobierno del Presidente Trump en Estados Unidos. La democracia en EEUU está siendo socavada día a día», advirtió el mandatario chileno.
La exigencia de Trump a los museos
Según informó The New York Times, la Casa Blanca comunicó al Smithsonian, el mayor complejo de museos del mundo, sobre la necesidad de «ajustar» el contenido de sus exposiciones. Trump cuestionó abiertamente el enfoque de los museos, asegurando que Estados Unidos «no puede ser woke, porque ser woke es la ruina».
«El Smithsonian está FUERA DE CONTROL, donde todo lo que se discute es lo horrible que es nuestro país, lo mala que fue la esclavitud y lo poco exitosos que han sido los oprimidos. Nada sobre el éxito, nada sobre la genialidad, nada sobre el futuro», señaló Trump en sus redes sociales.
Una amenaza a la libertad de expresión
Para el presidente Boric, estas acciones del gobierno de Trump representan un ataque directo a la democracia estadounidense y a la libertad de expresión. «Se imaginan si en Chile el Gobierno comenzara a delimitar qué se puede y qué no se puede exhibir en los museos? Sería absolutamente inaceptable y un escándalo gigante. Y es bueno que así sea. Pero eso es justamente lo que está haciendo el Gobierno del Presidente Trump en Estados Unidos», advirtió.
La exigencia de Trump a los museos para que ajusten sus contenidos según la visión del gobierno en el poder es, sin duda, un peligroso precedente que pone en riesgo la independencia y la capacidad de los museos para reflejar de manera objetiva y crítica la historia y la realidad de Estados Unidos. Una democracia saludable debe garantizar la libertad de las instituciones culturales para cumplir con su función educativa y de preservación de la memoria colectiva, sin injerencias políticas.
El llamado de atención del presidente Boric es un importante recordatorio de que la defensa de la democracia y la libertad de expresión debe ser una prioridad, incluso más allá de las fronteras nacionales. La preservación de estos valores fundamentales es una responsabilidad compartida que trasciende los límites geográficos.
