La Gendarmería de Chile ha enfrentado una serie de desafíos en las últimas semanas, poniendo a prueba la efectividad de sus nuevos carros blindados y la seguridad de los centros penitenciarios bajo su responsabilidad.
Apenas dos semanas después de la presentación del primer carro blindado para la región de Valparaíso, destinado a reforzar las capacidades operativas de la institución, el vehículo presentó filtraciones de agua durante las lluvias recientes. Según confirmaron desde Gendarmería, «a raíz de las condiciones de lluvia registradas en los últimos días, el móvil blindado entregado en la región de Valparaíso presentó filtraciones de agua».
Este incidente se suma a una serie de problemas que han afectado a la Gendarmería en los últimos meses. En la propia región de Valparaíso, se registraron fugas de tres reos desde la cárcel, mientras que en La Serena y Copiapó se liberaron dos reos por error. Incluso en Temuco, un imputado fue puesto en libertad de forma errónea.
Una flota de 13 carros blindados
Cuando se presentó el primer carro blindado en Valparaíso, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, destacó que «cuando nosotros asumimos como Gobierno no existía ningún vehículo totalmente blindado de estas características para realizar traslados de alto riesgo en Gendarmería y que se encontrara totalmente operativo». Sin embargo, estos recientes incidentes han puesto en duda la efectividad de esta nueva flota de 13 vehículos blindados adquiridos por el Gobierno.
Cada uno de estos carros blindados costó aproximadamente 220 millones de pesos, una inversión contemplada en el Plan Nacional para el Combate contra el Crimen Organizado. Estos vehículos poseen tracción 4×4 e incluyen blindaje táctico y protección de 360 grados, con tecnología para dar cobertura de seguridad a desplazamientos de alto riesgo, con monitoreo permanente y coordinación de trayectos.
Reparaciones y garantías
Ante el problema de las filtraciones, Gendarmería informó que «esta situación fue inmediatamente informada a la empresa proveedora, la cual reconoció su responsabilidad, comprometiéndose realizar las reparaciones correspondientes, proceso que dio inicio el día de hoy (viernes), haciendo efectiva la garantía de los carros, que se encuentran en marcha blanca».
Estos incidentes han puesto en evidencia los desafíos que enfrenta la Gendarmería en su esfuerzo por mejorar la seguridad y el control de los centros penitenciarios. Si bien la adquisición de los nuevos carros blindados buscaba reforzar sus capacidades operativas, los problemas de filtraciones y las fugas de presos han generado dudas sobre la efectividad de estas medidas.