En una decisión que ha sacudido a la opinión pública, un tribunal de apelaciones de California ha negado la libertad condicional a Erik Menéndez, uno de los hermanos Menéndez, quienes fueron condenados por el asesinato de sus padres en 1989. La audiencia virtual de 10 horas, que incluyó declaraciones de la Oficina del Fiscal de Los Ángeles y testimonios de testigos considerados víctimas del crimen, resultó en el rechazo de la solicitud de libertad de Erik, quien cumplirá 36 años en prisión este 20 de agosto.
El caso de los hermanos Menéndez sigue siendo uno de los más controversiales y fascinantes de la historia criminal estadounidense. Erik y su hermano Lyle fueron declarados culpables del brutal asesinato de sus padres, Kitty y José Menéndez, en su residencia de Beverly Hills en 1989. Inicialmente, los jóvenes afirmaron haber encontrado los cuerpos sin vida de sus padres después de pasar la tarde fuera de casa, pero pronto levantaron sospechas al comenzar una vida de excesos tras acceder a la fortuna familiar.
Una Condena Marcada por la Controversia
La defensa de los hermanos Menéndez argumentó que habían sufrido abusos sexuales por parte de su padre, lo que desencadenó el violento crimen. Esta alegación, si bien generó gran debate público, no fue suficiente para evitar que fueran declarados culpables y condenados a cadena perpetua.
Tras 35 años en prisión, en 2025 la sentencia de los hermanos fue revisada y reducida a entre 50 años de cárcel y cadena perpetua, lo que les permitió solicitar una audiencia para optar por la libertad condicional. Sin embargo, el reciente fallo del tribunal de apelaciones ha cerrado esa puerta para Erik Menéndez, al menos por ahora.
Un Caso que Sigue Captando la Atención Pública
El caso de los hermanos Menéndez ha resurgido en la cultura popular en los últimos años, con la exitosa serie de Netflix «Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez» y un documental que han llevado a una nueva generación a observar el crimen con otros ojos. Lejos de ser vistos simplemente como asesinos despiadados, los hermanos han sido objeto de un intenso debate sobre los abusos, la justicia y la rehabilitación.
Ahora, con la negativa a la libertad condicional de Erik Menéndez, el caso sigue abierto y la posibilidad de que alguno de los hermanos salga de prisión en un futuro cercano parece cada vez más remota. El crimen que conmocionó a Estados Unidos hace más de tres décadas sigue generando controversia y fascinación en la opinión pública.
