Edward Rojas, un arquitecto chileno con una mirada sensible y profunda, nos presenta Una bandada de ángeles, una cautivadora colección de 12 relatos autobiográficos que nos sumergen en su vida, desde su infancia hasta sus vivencias posteriores al golpe de Estado. Lejos de ser una simple recopilación de anécdotas, esta obra es un reflejo de la conexión íntima que Rojas mantiene con la arquitectura, la fe y la humanidad.
A lo largo de estas páginas, el autor nos lleva de la mano a través de historias donde lo religioso, lo sobrenatural y lo maravilloso de la naturaleza se entrelazan con su mirada de arquitecto. Desde Angelito negro hasta La Difunta Correa, cada relato nos invita a confiar en la vida y a apreciar la belleza que nos rodea, ya sea en un bello atardecer o en las creencias populares.
Compartiendo Vivencias, Construyendo Comunidad
Rojas escribe con una prosa llana y directa, como si estuviera contando sus historias a un círculo íntimo de amigos. Esta cercanía y honestidad le permiten llegar al corazón del lector, quien se siente parte de un viaje emocional donde la fe, los valores y las creencias profundas se entretejen con los paisajes urbanos y las culturas locales.
Más Allá de la Arquitectura
Si bien la arquitectura es un elemento recurrente en los relatos, Una bandada de ángeles trasciende los límites de esta disciplina. Rojas nos muestra que la arquitectura es mucho más que la construcción de edificios; es una forma de ver el mundo, de conectar con la esencia de los espacios y de comprender la humanidad que los habita.
Un Legado Invaluable
Al compartir sus vivencias, Rojas nos recuerda que «lo que no está escrito, no existe». Con esta obra, el autor nos deja un legado invaluable, una invitación a confiar en la vida, a apreciar lo maravilloso de lo cotidiano y a sentirnos parte de una comunidad que se une a través de las historias que nos definen.
Prepárate para sumergirte en un viaje emocional y descubrir cómo los relatos de Edward Rojas pueden tocar tu corazón y transformar tu forma de ver el mundo.
