La próxima cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se perfila como un verdadero «juego de ajedrez» en torno a la crisis de Ucrania. Trump ha advertido que existe un 25% de probabilidades de que la reunión fracase, pero confía en que al menos sirva para preparar una segunda cita más importante, en la que participará el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski.
En una entrevista con el presentador de Fox Radio, Brian Kilmeade, Trump explicó que la cumbre de este viernes en la base militar estadounidense de Anchorage, Alaska, buscará «sentar las bases» para una futura reunión a tres bandas. «Esta reunión prepara la segunda reunión, que será muy importante porque será donde llegaremos a un acuerdo», mencionó el republicano, añadiendo que sus negociaciones con Putin son «como el ajedrez».
Cautela y expectativas moderadas
A pesar de su optimismo, Trump se mostró cauto al hablar sobre las posibilidades de una segunda reunión. «Ni siquiera quiero insinuar que pueda haber una segunda reunión», comentó. «Quizás sí, quizás no. Pero sería muy conveniente que tuviéramos un buen encuentro, porque voy a dejar que negocien su acuerdo, yo no voy a negociarlo».
De hecho, el mandatario estadounidense reconoció que existe un 25% de probabilidades de que la cumbre de este viernes no sea exitosa. «Habrá un intercambio de ideas sobre límites, tierras, etc. La segunda reunión será muy importante. Pero hay un 25% de probabilidades de que esta reunión no sea exitosa», sostuvo.
Posición firme sobre Ucrania
En este sentido, Trump aseguró que, dependiendo de los resultados de la cumbre con Putin, llamará a Zelenski para concretar una nueva reunión. «No sé dónde tendremos la segunda reunión, pero tenemos una idea de tres lugares diferentes», mencionó.
Cabe recordar que el miércoles, Trump ya había dejado claro que solo Zelenski negociará eventuales cesiones territoriales de Ucrania a Rusia. Así lo afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, después de participar en una reunión por videollamada con los líderes europeos.
Una base clave en la Guerra Fría
La cumbre entre Trump y Putin tendrá lugar en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, un recinto militar estadounidense situado a las afueras de Anchorage. Irónicamente, esta base desempeñó un papel estratégico clave en la vigilancia y disuasión contra la Unión Soviética durante el apogeo de la Guerra Fría.
Ahora, este escenario histórico será testigo de un nuevo capítulo en las complejas relaciones entre Estados Unidos y Rusia, con Ucrania como principal foco de tensión. Trump y Putin se enfrentarán en un verdadero «juego de ajedrez» diplomático, con un 25% de probabilidades de que la partida termine en tablas.
