La disputa entre Estados Unidos y China por la influencia sobre el Canal de Panamá se ha intensificado, con acusaciones cruzadas que ponen en jaque la seguridad y el comercio global. Según Estados Unidos, la creciente presencia china en la infraestructura y operaciones portuarias del canal representa una amenaza a la seguridad mundial. Sin embargo, China niega estas afirmaciones y defiende la soberanía y neutralidad de esta vital vía marítima.
La preocupación de Estados Unidos
Durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, la representante interina de Estados Unidos, Dorothy Shea, acusó a China de ejercer una «influencia desmedida» sobre el Canal de Panamá. Según Shea, esto no solo supone un riesgo para Panamá y Estados Unidos, sino también una amenaza a la seguridad y el comercio global. La diplomática no entró en detalles, pero señaló que la presencia china es especialmente notable «en la infraestructura crítica y en las operaciones portuarias» del canal.
La respuesta de China
El embajador de China ante la ONU, Fu Cong, respondió a las acusaciones estadounidenses. Recordó que su país reconoce la soberanía panameña en el canal y la neutralidad de esa vía. Además, descalificó «las mentiras y manipulaciones de Estados Unidos contra China», afirmando que no son más que «pretextos para buscar el control del Canal de Panamá».
La posición de Panamá
En un tono más conciliador, el presidente panameño, José Raúl Mulino, también se pronunció sobre las acusaciones estadounidenses. Subrayó la «neutralidad» del canal, «la mejor y la única defensa de nuestro canal contra cualquier amenaza, específica o global», una neutralidad garantizada por el tratado multilateral que rige su administración.
Implicaciones para el comercio mundial
El Canal de Panamá es una vía marítima estratégica para el comercio global, ya que permite el paso de buques entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico. Cualquier disputa por su control o seguridad podría tener graves consecuencias para la estabilidad del comercio mundial. La creciente influencia china en esta infraestructura crítica es vista por Estados Unidos como un riesgo inaceptable para sus intereses geopolíticos y económicos.
En resumen, la batalla por la influencia en el Canal de Panamá entre Estados Unidos y China se ha convertido en un conflicto geopolítico de alto riesgo, con implicaciones potencialmente devastadoras para el comercio global. Panamá, en su papel de administrador neutral, se encuentra en una delicada posición, tratando de mantener la estabilidad y seguridad de esta vital vía marítima.