En un giro inesperado, Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio de agricultores Werner Luchsinger y Vivianne Mackay asesinados en 2013, ha confirmado su candidatura al Senado por la región de La Araucanía, postulándose bajo el cupo de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Luchsinger, quien anteriormente había mantenido conversaciones con Evópoli, finalmente decidió aceptar la oferta de la UDI, marcando así una distancia con el partido que lo había apoyado cuando se desempeñó como consejero regional independiente. La semana pasada, la directiva del partido y la Convención Nacional lo ratificaron como su candidato al Senado.
Uno de los principales focos de Luchsinger, en caso de ser electo, será la reforma al sistema procesal penal. Esta iniciativa surge de su propia experiencia tras el mediático juicio por el crimen de sus padres, un caso que lo ha mantenido en los tribunales durante más de una década.
«Sin duda, yo llevo más de 10 años en tribunales y de alguna forma he visto cómo funciona o cómo no funciona el sistema procesal penal, por lo tanto, algo creo que puedo contribuir en eso», declaró Luchsinger.
Además de su enfoque en la reforma judicial, Luchsinger también confía en que su formación como ingeniero y su experiencia en el Consejo Regional le permitirán «continuar muchas cosas que se dan por sentadas».
El crimen de sus padres, Werner Luchsinger (75) y Vivianne Mackay (69), ocurrió la madrugada del 4 de enero de 2013 en la Granja Lumahue, en Vilcún. Ambos fueron asesinados a balazos por un grupo de sujetos mientras Werner intentaba repeler la agresión y Vivianne pedía ayuda por teléfono. Horas después, los Bomberos encontraron los cuerpos calcinados.
Este trágico suceso marcó profundamente la vida de Jorge Luchsinger, quien ahora busca transformar el sistema judicial desde una posición de liderazgo político, con la esperanza de evitar que otras familias tengan que pasar por una experiencia similar.