La esperada inauguración del nuevo estadio Claro Arena de la Universidad Católica (UC) ha sufrido un nuevo revés. Después de que la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Las Condes objetara el proyecto de remodelación en julio, ahora ha vuelto a rechazar la última respuesta presentada por Cruzados, el club de la UC.
A solo cinco días del partido que marcaría el regreso de la UC a su nueva casa, la DOM ha señalado que aún quedan observaciones técnicas pendientes. Esto obliga al club a mantener como alternativa el estadio Santa Laura para su duelo del domingo 10 de agosto ante Ñublense.
La Posición de la Municipalidad
La alcaldesa de Las Condes, Catalina San Martín, ha explicado la posición de la municipalidad. Según ella, las reparaciones solicitadas no son de gran magnitud y cuestiona la «presión ejercida» por el club.
«Lo único que se pide desde la DOM es que esté demarcado el estacionamiento. Es un barrial, pero no se pide pavimentación. Además que esté nivelado y que no haya material de construcción ni maquinaria funcionando», puntualizó San Martín.
La jefa comunal aseguró que, una vez solicitada la nueva inspección, se realizará la visita para otorgar la aprobación definitiva al estadio. Sin embargo, advierte que «no se puede pedir una autorización definitiva si uno sabe que no está dando cumplimiento a lo mínimo que ya te observaron hace un mes».
El Reto de Cruzados
Desde Cruzados, el club de la UC, aseguraron la semana pasada que el problema estaba prácticamente resuelto. Sin embargo, la inspección constató que aún quedaban labores pendientes, impidiendo cerrar formalmente el proceso de recepción.
Con esta decisión, la UC deberá postergar su regreso oficial a San Carlos de Apoquindo hasta el próximo duelo como local, programado para el sábado 23 de agosto frente a Unión Española. Un nuevo obstáculo que el club deberá sortear para poder inaugurar finalmente su moderno recinto.