La inflación en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) repuntó dos décimas en junio, alcanzando el 4,2%, debido principalmente a la evolución de los precios de la energía. Mientras que en los meses anteriores la variación interanual de la energía había sido negativa, en junio volvió a ser positiva, impulsando al alza el índice general.
En el caso de Chile, el reporte de la OCDE señala que la inflación se situó en 4,1%, tres décimas menos que en mayo. Esta leve disminución contrasta con la tendencia al alza observada en la mayoría de los países miembros de la organización. De hecho, en 21 de los 38 países, los precios al consumidor aumentaron en junio, mientras que solo en 7 se registró una evolución a la baja.
Comportamiento dispar en Latinoamérica
Dentro de los países latinoamericanos que forman parte de la OCDE, se observa un comportamiento dispar. Mientras que en Costa Rica la inflación fue negativa (-0,2%), en Colombia y México también se registraron descensos, pero más moderados, de tres y dos décimas, respectivamente.
Por otro lado, en la zona euro, la inflación subió una décima hasta el 2%, impulsada principalmente por el menor descenso interanual de los precios de la energía en países como España. En Estados Unidos, la tasa también aumentó tres décimas, hasta el 2,7%, por el mismo motivo.
Contrastes en las grandes economías emergentes
Fuera de la OCDE, el panorama también es heterogéneo. Mientras que en China la inflación fue de solo un 0,1%, en Argentina alcanzó el 39,4%, si bien continuó la tendencia a la baja observada en los meses previos.
En definitiva, el repunte de la inflación en la OCDE en junio se explica principalmente por la evolución de los precios de la energía, que volvieron a tener una variación interanual positiva. En este contexto, Chile destaca por registrar una leve disminución de tres décimas en su tasa de inflación, en contraste con la mayoría de los países miembros.