Una nueva tragedia ha sacudido a la Franja de Gaza, donde un enfermero identificado como Adi Nahed al Quran perdió la vida después de ser impactado por una carga de ayuda humanitaria que sufrió problemas con su paracaídas durante el lanzamiento aéreo.
Según fuentes del Hospital de los Mártires de Al Aqsa, el incidente ocurrió este lunes en la ciudad de Al Zawaida, sumándose a otros casos similares en los que civiles han resultado heridos o muertos por los peligrosos lanzamientos de ayuda desde el aire.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), ha criticado enérgicamente esta práctica, calificándola no solo de peligrosa, sino también de ineficiente. «Son costosos, ineficientes e incluso pueden matar a civiles hambrientos», indicó Lazzarini, quien recalcó que si existe voluntad política para permitir estos lanzamientos, debería haber igual voluntad para abrir los cruces de carreteras y permitir el paso de ayuda por tierra.
De hecho, la UNRWA tiene actualmente 6.000 camiones cargados de ayuda varados en las afueras de Gaza, esperando la luz verde para ingresar. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) también han expresado su rechazo a los lanzamientos aéreos, argumentando que ponen en riesgo innecesario a la población civil.
Lanzamientos aéreos: Una solución peligrosa e ineficaz
A pesar de las críticas, el Ejército israelí asegura que en las últimas horas se lanzaron desde el aire 120 paquetes de ayuda con alimentos provenientes de seis países, incluyendo por primera vez a Canadá. Sin embargo, este tipo de operaciones han demostrado ser costosas, peligrosas e ineficientes, como lo señala Lazzarini.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que solo durante el mes de julio, al menos 63 personas, 24 de ellas menores de cinco años, han muerto por inanición en Gaza, lo que evidencia la urgente necesidad de una solución más efectiva y segura para la entrega de ayuda humanitaria.
¿Qué alternativas existen?
Según Lazzarini, si existe voluntad política para permitir los lanzamientos aéreos, debería haber una voluntad similar para abrir los cruces de carreteras y permitir el paso de ayuda por tierra, una opción que podría ser mucho más segura y eficiente para los civiles.
Mientras tanto, la tragedia de Adi Nahed al Quran, el enfermero que perdió la vida por la falla en el paracaídas de la ayuda aérea, sirve como un doloroso recordatorio de los riesgos que conllevan estos peligrosos lanzamientos y la urgente necesidad de encontrar soluciones más seguras y efectivas para brindar asistencia a la población de Gaza.
