Macarena Fierro es una madre que ha vivido una pesadilla al intentar denunciar la violencia de su exesposo. Su caso es un reflejo de las fallas del sistema judicial, que en lugar de proteger a las víctimas, las revictimiza y las hace cuestionar su propia salud mental.
Macarena relata cómo su exesposo, Matías Alcayaga, la sometió a violencia física, psicológica e incluso económica durante su matrimonio. Uno de los episodios más traumáticos fue cuando Matías la atropelló, un hecho presenciado por sus hijos. Pese a las evidencias y los testigos, Macarena se enfrentó a una serie de obstáculos en los tribunales.
Desamparo en los tribunales
Cuando Macarena intentó denunciar la violencia, los Consejeros Técnicos le sugirieron que «eran problemas de pareja, ¿por qué no lo arreglan entre ustedes?». Incluso un perito le pidió que se retractara de la denuncia, argumentando que si su exesposo se suicidaba, ella cargaría con la culpa.
Según Macarena, la jueza Silvia Araya reconoció la violencia ejercida por Matías, pero desestimó el caso porque «no tenía tanto daño psicológico». Luego, una psicóloga del tribunal le dijo que era culpa suya haberse metido con un hombre como Matías, quien tenía antecedentes de agresión con otras parejas.
Cuestionando su propia salud mental
Macarena quedó devastada al escuchar que el tribunal rechazaba entre el 90% y 95% de las denuncias de violencia intrafamiliar, a pesar de saber que eran verdad. «El mismo tribunal me hizo cuestionarme mi salud mental», relata.
Además, Macarena se enteró de que su hija mayor había sido golpeada por su padre cuando tenía 5 años, un hecho que no fue debidamente denunciado. Cuando Macarena intentó reclamar, le respondieron que «la mamá está vulnerando a los niños y hay que revisar si el cuidado personal tiene que estar en ella».
Luchando por sus hijos
Hoy, Macarena lucha por mantener la custodia de sus tres hijos, ya que el cuidado de ellos se ha convertido en su principal preocupación. Ha recurrido a las redes sociales para visibilizar su caso y buscar justicia, incluyendo la publicación del video de la audiencia donde su exesposo tuvo relaciones sexuales.
El caso de Macarena es un llamado de atención sobre la urgente necesidad de reformar el sistema judicial para que realmente proteja a las víctimas de violencia intrafamiliar y les brinde el apoyo que necesitan. Mientras tanto, Macarena sigue luchando por la seguridad y el bienestar de sus hijos, sin perder la esperanza de que algún día obtendrá la justicia que merece.
