En un encuentro que debía ser una fiesta deportiva, la violencia volvió a ensombrecer el fútbol boliviano. Este domingo 3 de agosto, en el Estadio Hernando Siles de La Paz, el partido entre The Strongest y Blooming terminó en caos y preocupación después de que hinchas del equipo local lanzaran bengalas y petardos al campo de juego.
A pesar de que The Strongest iba ganando 3-2 a falta de cuatro minutos para el final, la alegría se transformó en incertidumbre cuando una de las bengalas impactó en la pierna del delantero Juan Godoy, autor del tercer gol local. El jugador tuvo que ser atendido de inmediato en el césped por el personal médico.
Caos y suspensión del partido
El incidente desató el pánico entre los jugadores de Blooming, quienes se lanzaron al suelo para protegerse, temiendo una escalada mayor en la agresión. Aunque no se reportaron lesiones graves, la tensión invadió a jugadores, cuerpo técnico y espectadores.
Ante la gravedad de los hechos, el árbitro Bruno Vera no dudó y suspendió el partido de inmediato. La policía tuvo que ingresar a la tribuna para controlar a los hinchas violentos, mientras el resto del estadio observaba con sorpresa y preocupación lo ocurrido.
Investigación y sanciones en camino
Las autoridades deportivas aún no han identificado a los responsables, pero el Tribunal de Disciplina Deportiva ya anunció que abrirá una investigación de oficio, basándose en el informe arbitral y el parte policial. Sin duda, se esperan severas sanciones para los hinchas que protagonizaron estos actos de violencia.
Lamentablemente, este no es un hecho aislado en el fútbol boliviano. La agresión de los fanáticos sigue siendo un problema recurrente que empaña la pasión y el espectáculo del deporte. Es hora de que se tomen medidas contundentes para erradicar la violencia de los estadios y devolver la seguridad a jugadores y aficionados.
