En una sorprendente revelación, el expresidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, ha anunciado que su candidato presidencial es José Antonio Kast, del Partido Republicano. En una entrevista con el podcast «Somos Rentable», Larraín dejó de lado su apoyo a la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, y declaró: «Mi candidato es José Antonio Kast, pero no quiero hablar de eso porque me van a pegar«.
Esta decisión de Larraín se produce meses después de que él mismo cuestionara la candidatura de Matthei, argumentando que su vínculo con la dictadura de Pinochet podría ser un obstáculo para atraer a ciertos sectores del electorado. «Efectivamente las cosas no son gratis, y la historia política de las personas pesa«, había declarado Larraín en una entrevista anterior.
Kast Toma la Delantera
Según la última encuesta Cadem, José Antonio Kast se ha posicionado como el favorito en primera vuelta, con un 30% de las preferencias (+3 puntos), superando a Jeannette Jara (PC) con un 27%. Por su parte, Evelyn Matthei obtuvo un 14%, Franco Parisi un 11% y Johannes Kaiser un 5%.
La decisión de Larraín de respaldar a Kast podría tener implicaciones significativas en la carrera presidencial. Dado el historial político de Matthei y su vínculo con la dictadura, el apoyo de Larraín a Kast sugiere que él considera que este último tiene mejores posibilidades de atraer a ciertos sectores del electorado.
Implicaciones y Análisis
Desde una perspectiva económica, la candidatura de Kast podría significar un giro hacia políticas más conservadoras y un mayor énfasis en la reducción del gasto público y la liberalización de la economía. Para los consumidores, esto podría implicar una mayor presión sobre los precios y una menor intervención estatal en áreas como la salud y la educación.
Desde una óptica social, la candidatura de Kast también plantea interrogantes sobre su posición en temas como los derechos de las minorías y la igualdad de género. Algunos expertos temen que su ascenso podría representar un retroceso en los avances logrados en estas áreas.
En resumen, la decisión de Larraín de respaldar a Kast ha sacudido el panorama político y abre nuevos interrogantes sobre el rumbo que podría tomar el país en caso de que el candidato republicano llegue a la presidencia. Será crucial seguir de cerca el desarrollo de esta contienda electoral y sus posibles implicaciones a nivel económico, social y político.