En un giro inesperado, el Gobierno de Colombia ha nombrado a Juan Florián, un politólogo con un pasado como actor porno, como el nuevo ministro de Igualdad. Esta designación ha generado un escándalo a nivel nacional, pero también ha puesto de relieve la determinación del presidente Gustavo Petro de promover la inclusión y la diversidad en las más altas esferas del poder.
Florián, de 42 años, cuenta con una trayectoria profesional que desafía los estereotipos. Además de su formación académica en la Universidad Javeriana, ha acumulado 20 años de experiencia en organizaciones de cooperación internacional, como Médicos Sin Fronteras y Save the Children. Sin embargo, su pasado como trabajador sexual y productor de contenido para adultos ha sido el foco de atención en los últimos días.
En una publicación en Instagram, Florián se ha mostrado orgulloso de su diversa experiencia de vida, afirmando: «No, no vengo de las élites. Vengo de las calles, de la lucha, del activismo de verdad. Fui trabajador sexual, hice contenido para adultos, soy VIH positivo, y fui migrante. Pero también soy politólogo, he sido constructor de políticas públicas, gerente público, defensor de los derechos humanos, viceministro y, sobre todo, un hijo del pueblo que no olvida de dónde viene.»
Una Designación Controvertida
La designación de Florián como ministro de Igualdad ha generado una fuerte reacción, tanto dentro como fuera del Gobierno. La vicepresidenta, Francia Márquez, se opuso inicialmente al nombramiento, alegando razones familiares, y amenazó con renunciar si se concretaba.
Sin embargo, el presidente Petro se ha mantenido firme en su decisión, argumentando que «nadie, independientemente de su color de piel, debe excluir a nadie de la función pública». Petro incluso reveló que Florián había sido amenazado de muerte y se había visto obligado a exiliarse en París, donde recurrió a la pornografía para sobrevivir.
Construyendo una Colombia más Inclusiva
La designación de Florián como ministro de Igualdad se enmarca en los esfuerzos del Gobierno de Petro por promover una Colombia más diversa e inclusiva. El mandatario ha sido claro en su posición de que «a nadie que sea negro le va a decir que hay que excluir a un actor porno».
Para Florián, esta oportunidad representa un desafío y una responsabilidad. Como él mismo ha expresado, su objetivo es ser «un hijo del pueblo que no olvida de dónde viene» y utilizar su experiencia de vida para construir políticas públicas que beneficien a los sectores más vulnerables de la sociedad colombiana.
Solo el tiempo dirá si la controvertida designación de Florián como ministro de Igualdad logrará transformar la narrativa y abrir nuevos caminos hacia una Colombia más justa e inclusiva.
