El poder del voto femenino ha sido un tema recurrente en el análisis político chileno, especialmente después de la victoria de Gabriel Boric en la segunda vuelta presidencial de 2021 y el resultado del plebiscito de 2023, donde la opción «en contra» ganó por más de 10 puntos porcentuales. Según expertos, el voto de las mujeres jugó un papel clave en ambos comicios, y podría volver a ser decisivo en futuras elecciones.
Sin embargo, las mujeres chilenas enfrentan desafíos importantes en el mercado laboral, que podrían afectar su participación política. La tasa de desempleo femenino ha superado el 10% por primera vez desde mayo de 2021, y diversas medidas como las 40 horas, el aumento del salario mínimo y la reforma de pensiones han impactado de manera desproporcionada en la contratación de mujeres.
El Impacto de las Políticas Económicas en el Empleo Femenino
Según analistas, la rigidez que se ha añadido al mercado laboral, como el costo de la Sala Cuna y la diferencia entre permisos postnatales de hombres y mujeres, afecta más a las mujeres, quienes son más costosas de contratar y enfrentan mayores impuestos al trabajo. Esto podría limitar sus oportunidades laborales y, en consecuencia, su participación política.
¿Cómo Pueden las Mujeres Marcar la Diferencia?
A pesar de estos desafíos, el voto femenino sigue siendo un factor clave en la política chilena. Las mujeres tienen la oportunidad de hacer historia una vez más, utilizando su poder de voto para influir en el futuro del país. Ante un escenario adverso para las mujeres, su participación en las urnas puede ser el contrapeso necesario para evitar que se sigan tomando decisiones que las perjudiquen.
En este contexto, es fundamental que las mujeres chilenas se informen, se organicen y hagan oír su voz, para asegurarse de que sus intereses y necesidades sean debidamente representados en la agenda política. El voto femenino puede ser la clave para un futuro más equitativo e inclusivo para todas y todos.