En un giro inesperado en las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, el canciller brasileño, Mauro Vieira, ha dejado claro que su país «no se curvará ante las presiones externas» y que el Poder Judicial mantendrá su independencia, a pesar de las sanciones impuestas por la Administración Trump.
Durante una reunión con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, en Washington, Vieira defendió firmemente la autonomía del sistema judicial brasileño, en respuesta a la decisión del Gobierno de Trump de aplicar nuevas sanciones al juez Alexandre de Moraes de la Corte Suprema.
Diálogo y Respuesta Diplomática
Según Vieira, ambos funcionarios coincidieron en «la necesidad de mantener el diálogo» para «resolver» la crisis bilateral. El canciller brasileño afirmó que informará al presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre los resultados de las conversaciones y que luego «definirá» una respuesta adecuada.
Esta reunión de alto nivel entre los dos países se produce en un momento de creciente tensión, después de que Trump anunciara un arancel del 50% sobre una parte de las importaciones brasileñas, alegando que De Moraes «viola los derechos humanos» y «persigue» al exmandatario Jair Bolsonaro, un aliado del presidente estadounidense.
Independencia Judicial y Juicio Justo
Por su parte, la Corte Suprema de Brasil ha destacado en un comunicado que existen «indicios graves» contra Bolsonaro, a quien se le garantizará un «juicio justo». Esto contradice las acusaciones de Trump y subraya la determinación del Poder Judicial brasileño de mantener su autonomía e imparcialidad, incluso ante la presión externa.
La postura firme de Brasil en defensa de su sistema judicial y su disposición a dialogar para resolver la crisis bilateral demuestran su compromiso con el Estado de Derecho y la diplomacia, en un momento en que las relaciones con Estados Unidos atraviesan una delicada coyuntura.