En una decisión que desafía las insistentes presiones del presidente Donald Trump, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha optado por mantener los tipos de interés en su rango actual del 4,25 al 4,5%. Esta medida se produce a pesar de que dos de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed votaron en contra de la decisión, lo que supone la primera vez en más de 30 años que se produce una división interna de este tipo.
El comunicado de la Fed señala que al considerar «el alcance y el momento de los ajustes adicionales», se evaluarán «cuidadosamente las cifras entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos». Además, la institución afirma que seguirá vigilando de cerca las implicaciones de la información entrante para las perspectivas económicas, y que estará dispuesta a ajustar la orientación de su política económica si surgen riesgos que puedan obstaculizar el logro de sus objetivos.
Esta decisión llega el mismo día en que el Buró de Análisis Económico (BEA) informó de que la economía de Estados Unidos creció un 0,7% intertrimestral en el segundo trimestre, después de la contracción del 0,1% registrada en el primer cuarto del ejercicio. El producto interior bruto (PIB) estadounidense aumentó un 3% en términos anualizados, frente al retroceso del 0,5% anualizado del primer trimestre, algo que Trump celebró y aprovechó para insistir a Powell para que redujera los tipos.
La presión de Trump a la Fed
Desde que el líder republicano inició su segundo mandato el pasado 20 de enero, ha insistido repetidamente a Jerome Powell, presidente de la Fed, para que reduzca los tipos de interés. En las últimas semanas, Trump ha arreciado sus ataques con mensajes casi diarios en los que asegura que la economía estadounidense marcha «mejor que nunca bajo su dirección».
Si bien el presidente no puede destituir a Powell por mero desacuerdo en materia de política monetaria, las obras de renovación de la sede de la Fed, con un sobrecosto de unos 700 millones de dólares, han puesto al presidente de la institución en el punto de mira de los republicanos, quienes le reprochan una supuesta mala gestión.
Implicaciones de la decisión de la Fed
La decisión de la Fed de mantener los tipos de interés sin cambios tiene implicaciones importantes para la economía estadounidense. Por un lado, preserva la estabilidad monetaria y evita un recalentamiento de la inflación, algo que podría afectar negativamente al poder adquisitivo de los consumidores. Sin embargo, también supone un freno al crecimiento económico, que Trump había celebrado y utilizado para presionar a la Fed.
En este contexto, la independencia de la Reserva Federal y su capacidad para tomar decisiones basadas en criterios técnicos y no en presiones políticas, se pone una vez más de manifiesto. La Fed demuestra que su objetivo prioritario es salvaguardar la estabilidad de precios y el pleno empleo, incluso si ello implica ir en contra de los deseos del presidente.
