¿Alguna vez has sentido que nada te mueve o importa, a pesar de tener tareas pendientes y una vida aparentemente en orden? Esta sensación de «meh» puede ser más común de lo que crees, y no se trata simplemente de «pereza» o falta de motivación.
Según la experta en comportamiento organizacional, Lindsey Godwin, el verdadero problema detrás de este estado de ánimo es la desconexión. «Empiezas a preguntarte: ¿Estoy desmotivado? ¿Soy flojo? ¿Estoy fallado?», explica Godwin. «Pero el problema no es la falta de motivación, sino la desconexión con lo que realmente importa».
La sociedad actual está obsesionada con la productividad, por lo que cuando no estamos logrando algo o «rompiéndola», corremos el riesgo de ser etiquetados como flojos o poco ambiciosos. Pero Godwin aclara que esto es un «diagnóstico erróneo». «La investigación en psicología muestra que lo que llamamos ‘pereza’ es con frecuencia un síntoma, no un defecto de carácter. A menudo indica agotamiento, depresión o pérdida de propósito».
Cómo Salir del Síndrome del «Meh»
Según la experta, la clave está en reconectar con la motivación intrínseca, es decir, aquella que surge de impulsos internos como la curiosidad, el propósito y los valores personales. A diferencia de la motivación extrínseca (basada en recompensas externas), la intrínseca es sostenible y te da energía incluso cuando las cosas son difíciles.
1. Escudriña en el «por qué»
Pregúntate: «¿Por qué estuve de acuerdo con esto en primer lugar? ¿A qué creía que conduciría o apoyaría esto?». A veces encontrarás que hay un valor más profundo, como conexión, crecimiento o impacto, que has perdido de vista. Otras veces, la respuesta podría ser que realmente no elegiste esa tarea en absoluto.
2. Enfócate en la sensación que deseas
No esperes a sentirte motivado, comienza evocando la sensación que deseas tener una vez que termines la tarea. ¿Quieres sentirte útil, con energía o conectado? Haz algo pequeño que te acerque a esa sensación.
3. Dale una oportunidad a lo que realmente amas
Dedica al menos 15 minutos al día a hacer algo que te encante, ya sea escribir, salir a caminar o leer un cómic. «Esto no es procrastinación, es reconexión. Y alimenta el tipo de energía que se derrama en otras partes de tu vida», afirma Godwin.
Recuerda, no estás roto, simplemente no estás inspirado. Y eso es algo con lo que puedes trabajar. Sigue estos pasos y recupera tu motivación interna para volver a sentirte vibrante y comprometido con lo que haces.