En un giro inesperado, el Consejo Consultivo de la Superintendencia de Casinos de Juegos ha aplazado la votación que determinaría si se acepta o rechaza la renuncia de Enjoy para abandonar la operación del casino de Viña del Mar. La decisión, originalmente programada para el jueves, se ha reprogramado ahora para el martes 5 de agosto.
La Municipalidad de Viña del Mar ha tomado cartas en el asunto, solicitando formalmente a la Contraloría General de la República que investigue el incumplimiento de pagos por parte de la empresa concesionaria. Según el concejal Sandro Puebla, esta es una «situación grave» y la Superintendencia de Casinos de Juego debe exigir que la concesionaria cumpla con sus obligaciones.
Víctor Valenzuela, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, advierte que la eventual salida de Enjoy tendría un impacto significativo en la economía local de Viña del Mar, con la pérdida de más de mil empleos. Esto repercutiría no solo en los ingresos directos del municipio, sino también en sectores como la gastronomía, la hotelería y los proveedores.
La situación se complica aún más, ya que Enjoy ha solicitado la renuncia anticipada a sus permisos de operación en otras ciudades, como Pucón y Coquimbo. Esto sugiere que la empresa podría estar enfrentando dificultades más amplias.
El Consejo Consultivo deberá tomar una decisión crucial el próximo 5 de agosto, la cual tendrá importantes implicaciones tanto para la comunidad de Viña del Mar como para la industria de los casinos en Chile.
