En un sorprendente giro de los acontecimientos, el locutor radial Francisco Kaminski ha roto el silencio y reconocido su cercanía con José Felipe Reyes Ossa, conocido como el «Rey de Meiggs», empresario asesinado recientemente en la comuna de Ñuñoa, Región Metropolitana.
Según Kaminski, su relación con Reyes se remonta a aproximadamente 10 años atrás, y lo describe como «una tremenda persona y siempre dispuesto a colaborar con todo el mundo». Sin embargo, el comunicador admite mantener una deuda con el fallecido empresario, la cual surgió a raíz de «un negocio que no nos fue bien», aunque aclara que «nunca me prestó plata».
En una entrevista con el matinal «Buenos Días a Todos», Kaminski reveló que se ha reunido con la esposa de Reyes para aclarar la situación y saldar la deuda bajo las mismas condiciones pactadas con el empresario. «Es un pendiente que ya está claro con la familia», afirmó el locutor, quien además señaló que el monto adeudado es «menos de 50 millones de pesos».
Vínculo con el Acusado
Kaminski también aclaró que su relación con Wilson Verdugo Díaz, el empresario gastronómico acusado como autor intelectual del crimen, era de carácter comercial. Esto explicaría la existencia de registros donde aparecen juntos, ya que Reyes y Verdugo también eran amigos.
Las revelaciones de Kaminski surgen en medio de la investigación del asesinato de Reyes Ossa, un caso que ha generado gran conmoción y que involucra a varios sospechosos, incluyendo a tres sicarios venezolanos contratados para cometer el crimen.
Lecciones de un Negocio Fallido
La situación de Kaminski con el «Rey de Meiggs» sirve como un recordatorio de que incluso las relaciones más cercanas pueden verse afectadas por los altibajos de los negocios. Si bien el locutor reconoce la deuda, su disposición a trabajar con la familia de Reyes para saldarla demuestra un espíritu de responsabilidad y transparencia.
Este caso resalta la importancia de mantener una comunicación abierta y una gestión prudente de las finanzas, incluso en medio de las complejidades de la vida empresarial. A través de su sinceridad, Kaminski nos recuerda que los desafíos comerciales pueden presentarse en cualquier momento, pero la integridad y la voluntad de resolverlos son fundamentales para preservar las relaciones y la reputación.