El Gobierno ha presentado un ambicioso proyecto de reforma tributaria que apunta a beneficiar directamente a la clase media y a las pequeñas y medianas empresas (Pymes). La iniciativa contempla una serie de medidas que buscan aliviar la carga fiscal de estos sectores, mientras que los contribuyentes de altos ingresos serían los encargados de compensar estos beneficios.
Según el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, el objetivo de la reforma es apoyar a la clase media, enfocándose en tres áreas clave: las micro y pequeñas empresas, los sectores de ingresos medios que destinan una parte importante de su presupuesto al pago de arriendos, y los adultos mayores propietarios de sus viviendas.
Beneficios para Pymes y Clase Media
El proyecto contempla una serie de medidas para favorecer a las Pymes. Se estima que al menos 1 millón de estas empresas se verían beneficiadas, gracias a la exención de ciertos pagos y a una simplificación tributaria que les permitiría potenciar su formalización. Además, se propone un régimen preferencial simplificado para nuevos emprendimientos con ingresos anuales no superiores a 2.400 UF.
Para la clase media que arrienda, la iniciativa permitirá deducir hasta 8 UTM ($6,6 millones) anuales del impuesto a la renta por concepto de pagos de arriendo, beneficiando a cerca de 900.000 personas. Asimismo, se simplificará el cálculo del límite de ingresos familiares para acceder a beneficios en gastos de educación.
En el caso de los adultos mayores propietarios, se establece un tope máximo de pago de contribuciones equivalente al 5% de sus ingresos anuales, incluso si el avalúo de su propiedad supera los límites actuales. Esto permitiría beneficiar a unos 75.851 adultos mayores que actualmente no acceden a este tipo de beneficios.
Compensación a través de Ajustes a Altos Ingresos
Para compensar estos beneficios, la reforma tributaria introduce ajustes en tres áreas clave: el tramo más alto del impuesto personal, la tributación de los fondos de inversión y modificaciones a los gravámenes aplicables a herencias y donaciones.
Respecto a los impuestos personales de altos ingresos, la iniciativa propone volver al esquema vigente hasta 2014, donde las personas que perciban ingresos mensuales entre 120 y 150 UTA ($8,2 a $10,2 millones) pasarían de tributar el 35% al 38%, mientras que quienes reciban más de $10,2 millones quedarían afectos a una tasa del 40%.
Adicionalmente, se incorporan limitaciones a la exención de impuesto de primera categoría que actualmente tienen los fondos de inversión. En el caso de los fondos públicos, las utilidades distribuidas a empresas en Chile deberán ser incorporadas en la renta líquida imponible de estas. Para los Fondos de Inversión Privados, se elimina la exención, salvo para aquellos que invierten en capital de riesgo.
Finalmente, la reforma también actualiza las normas de valoración de activos y permite el pago del impuesto a las herencias y donaciones en hasta tres cuotas anuales sin interés.
Conclusión: Un Equilibrio entre Beneficios y Compensaciones
La nueva reforma tributaria busca lograr un equilibrio entre apoyar a la clase media y a las Pymes, mientras que los contribuyentes de altos ingresos serían los encargados de compensar estos beneficios a través de ajustes en diferentes áreas impositivas. Es una iniciativa ambiciosa que pretende impulsar el crecimiento y la formalización, al tiempo que redistribuye la carga fiscal de manera más equitativa.