En un gesto histórico, cerca de 40 exministros de Relaciones Exteriores de América Latina y el Caribe han unido sus voces para pedir que una mujer de la región lidere la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir de 2027, cuando se elija al próximo Secretario General.
Los exaltos funcionarios, provenientes de países como Colombia, Chile, Argentina, México, Paraguay, Ecuador, Panamá, Perú, Uruguay, Brasil, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala, destacan en una carta conjunta la «urgente necesidad» de que la ONU cuente con un liderazgo más sólido y representativo, que refleje la diversidad y las visiones de todo el mundo.
Una Brecha Histórica que Debe Cerrarse
Según los exministros, América Latina y el Caribe han tenido solo un Secretario General de la ONU en ocho décadas, lo que evidencia una «clara brecha en la representación global». Por ello, afirman que «es hora de que una mujer lidere las Naciones Unidas».
«El próximo Secretario General debe ser seleccionado con la paridad de género y el mérito como criterios centrales», señalan los firmantes, quienes aseguran que su región «cuenta con muchas mujeres distinguidas que pueden redefinir el liderazgo internacional y aportar nuevas visiones a la gobernanza mundial».
Reimaginando a la ONU para el Siglo XXI
Los exministros sostienen que este es el momento de «reimaginar a las Naciones Unidas como la principal plataforma para la defensa de nuestros Bienes Comunes Globales y la elaboración de soluciones cooperativas ante los desafíos compartidos».
En ese sentido, consideran que América Latina y el Caribe están listas para asumir el liderazgo, no solo con una «visión regional única, basada en la paz multilateral y la solidaridad», sino también impulsando un «liderazgo inclusivo, diverso y representativo».
Un Llamado a la Acción
Finalmente, los exministros hacen un llamado «a todos los Estados Miembros de la ONU a unirse en respaldo a la rotación regional que favorezca a América Latina y el Caribe» y a «apoyar a una candidata mujer para la Secretaría General en el ciclo de 2027».
Según los firmantes, esta convergencia de representación regional, paridad de género y liderazgo probado marcaría un «progreso histórico» y permitiría a la ONU enfrentar los complejos desafíos del siglo XXI «con legitimidad e impacto renovados».