Jaime Vadell, reconocido actor y escenógrafo, se enfrenta a una etapa de profundos cambios en su vida tras la reciente pérdida de su compañera de 50 años, Susana Bomchil. En una entrevista íntima, Vadell comparte sus emociones y reflexiones sobre este nuevo capítulo.
Después de años de convivencia y cuidados mutuos, Vadell se encuentra ahora viviendo solo por primera vez. «Primera vez que vivo solo en toda mi vida. Mi mujer estaba con enfermeras día y noche, entonces era una casa sin privacidad», recuerda. Si bien aprecia haber recuperado esa privacidad, también confiesa que «se echa de menos la presencia de la mujer».
Recordando a Susana Bomchil
Al hablar de su esposa fallecida, Vadell se emociona al recordar los momentos compartidos: «Mi mujer fue mi gran compañera de conversación, con una copa de vino, de Bloody Mary, de Martini seco, o de un pisco o whisky sour. Tomábamos harto en general… Nos hemos reído tanto…».
Aunque Bomchil sufrió un deterioro en sus últimos días, Vadell destaca que «nunca me desconoció» y que se alegraba al verlo. «En el último tiempo ya no podíamos tener ningún diálogo. Ella podía tener ciertas cosas, como: ‘¿Tienes frío?’ y respondía ‘no’ o ‘sí’. Cosas muy puntuales. Pero cuando trataba de elaborar alguna (frase), no podía», explica con pesar.
Adaptándose a la Soledad
Ahora, Vadell enfrenta una nueva realidad en la que debe aprender a vivir solo. «De repente me baja como un cjjj, la pena… ¡Es un sentimiento muy raro! Me he dado cuenta que uno usa esa palabra, pero no corresponde siempre a lo que se siente de verdad: es un sentimiento muy profundo, y que no anda volando por la vida en general», reflexiona.
A pesar de los desafíos, Vadell se muestra resiliente: «Hoy estoy bien, estoy bien». Sin embargo, confiesa que no le gusta llorar, pues «los hombres no lloran» es una idea con la que fue educado, aunque ahora se hace «burla» de ello.
La partida de Susana Bomchil ha dejado una huella imborrable en la vida de Jaime Vadell, quien ahora se esfuerza por adaptarse a esta nueva etapa, recordando con cariño los 50 años de compañía y complicidad que compartieron.