En un nuevo golpe a la reputación de las Fuerzas Armadas chilenas, el diputado independiente Jaime Araya ha solicitado con carácter «urgente» que la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados cite a una sesión secreta a los altos mandos del Ejército y la Fuerza Aérea de Chile (FACh). Esta medida responde a la reciente detención de cinco funcionarios de la Fuerza Aérea en Iquique, acusados de intentar trasladar una sustancia ilícita en un vuelo institucional con destino a Santiago.
Según Araya, este hecho representa un preocupante vínculo entre las Fuerzas Armadas y el narcotráfico, que ya «no está tocando la puerta, ya está sentado a la mesa». El diputado afirma que Chile necesita acciones concretas, no solo discursos, para enfrentar esta amenaza a la seguridad nacional.
Antecedentes Preocupantes
Esta no es la primera vez que las Fuerzas Armadas se ven envueltas en escándalos relacionados con el tráfico de drogas. Actualmente, siete ex miembros del Ejército se encuentran en prisión preventiva por estar acusados de integrar una organización criminal que trasladaba estupefacientes hacia la Región Metropolitana.
Para el diputado Araya, es fundamental que la Comisión de Seguridad aborde este tema a fondo y conozca de primera mano las medidas que tomarán los comandantes para erradicar cualquier vínculo entre las Fuerzas Armadas y el narcotráfico. «Chile necesita que trabajemos unidos para enfrentar el narcotráfico que pone en riesgo la seguridad de nuestra patria», enfatizó.
Acciones Inmediatas Requeridas
La ministra de Defensa, Adriana Delpiano, informó que los funcionarios de la FACh detenidos en Iquique fueron aprehendidos tras la entrega de antecedentes a la PDI y la Fiscalía de Aviación. Sin embargo, para el diputado Araya, esto no es suficiente.
Araya espera que su solicitud de sesión secreta sea acogida con urgencia para que se puedan conocer en detalle las medidas que se tomarán para impedir que este tipo de hechos se expandan y garantizar que cualquier vínculo con el narcotráfico ha sido «cortado de raíz» en las Fuerzas Armadas.
El escándalo actual y los antecedentes previos ponen en jaque la imagen y credibilidad de las instituciones castrenses, obligándolas a rendir cuentas y tomar acciones contundentes para recuperar la confianza de la ciudadanía.