En medio de las celebraciones del Día de la Independencia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó su tan esperado «gran y hermoso proyecto de ley»: el plan fiscal que ha sido objeto de intensos debates y negociaciones en el Congreso.
El plan, aprobado finalmente con 218 votos a favor y 204 en contra, incluye una serie de medidas que tendrán un impacto significativo en las finanzas públicas del país. Por un lado, se hacen permanentes los recortes de impuestos implementados durante el primer mandato de Trump, lo que se traduce en una tasa máxima del 37% para el impuesto sobre la renta y una deducción estándar anual de hasta $13,000 por contribuyente. Además, se introduce un beneficio fiscal permanente y revisable al alza de hasta $2,200 por hijo, y se exime temporalmente a propinas y horas extras de impuestos federales.
Aumento del Déficit y Mayor Gasto en Inmigración y Defensa
Sin embargo, estas medidas de recorte de ingresos fiscales se verán acompañadas de un aumento significativo del gasto público. Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el plan fiscal podría reducir los ingresos del gobierno federal en entre $4 y $5 billones entre este año y 2034, lo que haría que el déficit crezca entre $3 y $5 billones en ese mismo período.
Además, el plan contempla un incremento del gasto de unos $170,000 millones en cuatro años para reforzar la seguridad fronteriza y las políticas migratorias restrictivas del gobierno de Trump, incluyendo la contratación de 20,000 nuevos agentes y la construcción de nuevos centros de detención para migrantes.
En el ámbito de la defensa, el plan prevé un aumento del gasto de aproximadamente $150,000 millones, lo que representa el mayor incremento en esta partida en la historia del país. Una parte significativa de este monto se destinará al proyecto de escudo antimisiles «Cúpula Dorada», cuya viabilidad y contribución a la proliferación armamentística global han sido cuestionadas por expertos.
Implicaciones y Reacciones
El plan fiscal de Trump ha generado reacciones encontradas. Mientras que los republicanos lo celebran como una victoria, los demócratas y algunos economistas han expresado su preocupación por el impacto que tendrá en el déficit federal y en la desigualdad económica. Algunos incluso temen que el aumento del gasto en defensa y seguridad fronteriza pueda exacerbar las tensiones geopolíticas y la carrera armamentística a nivel global.
A medida que el plan se implementa, será crucial monitorear sus efectos a corto y largo plazo en las finanzas públicas, la distribución de la carga tributaria y el posicionamiento estratégico de Estados Unidos en el escenario internacional. Sin duda, este «gran y hermoso proyecto de ley» dejará una huella indeleble en la economía y la política del país.
