El Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago se vio sumido en un verdadero caos vial durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, con reportes de atascos de hasta 2 horas a la salida del terminal aéreo.
El origen de este caos fue la realización de reparaciones en un letrero al costado de las barreras, lo que redujo a un solo carril la circulación. Esto desencadenó una situación de congestión extrema, con bocinazos constantes y pasajeros desesperados por llegar a sus vuelos a tiempo.
Falta de Información y Coordinación
Lo más preocupante fue la nula información oficial proporcionada por el Aeropuerto. No se emitieron alertas ni se comunicaron rutas alternativas a los usuarios, dejándolos a merced del caos.
Según testigos en el lugar, los conductores priorizaban avanzar sin ceder el paso a los peatones, lo que generó un riesgo significativo de accidentes, con pasajeros de transfers bajándose en plena calzada para llegar caminando a sus vuelos.
Soluciones Propuestas
Ante esta situación, algunos usuarios sugirieron utilizar el estacionamiento Patagua y los ascensores que conectan con las terminales como una ruta alternativa para evitar los trabajos en la salida principal.
Además, se criticó la mala programación de los trabajos por parte de la concesionaria, señalando que el problema ya se había presentado la noche anterior.
Lecciones Aprendidas
Este incidente pone de manifiesto la importancia de una adecuada planificación y comunicación por parte de las autoridades aeroportuarias. La falta de información y coordinación generó un caos que pudo haberse evitado, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.
Es crucial que el Aeropuerto de Santiago implemente mejores protocolos de gestión de obras y emergencias, asegurando la fluidez del tráfico y la seguridad de todos los usuarios. Solo así podrá evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse en el futuro.
