La presidenta del Servicio Electoral (Servel), Pamela Figueroa, ha descartado la posibilidad de que la precandidata presidencial del Partido Comunista (PC) y Acción Humanista, Jeannette Jara, pueda renunciar a su partido antes de la eventual primera vuelta de las elecciones. Según Figueroa, Jara no cumpliría con el plazo legal requerido para desafiliarse y participar como independiente.
En una entrevista con radio Infinita, Figueroa abordó los rumores que han rodeado a la exministra del Trabajo, sobre la posibilidad de que renunciara a su militancia comunista para concitar un mayor apoyo de cara a las elecciones. Sin embargo, la presidenta del Servel explicó que la legislación establece períodos específicos para que las personas puedan ser independientes o militantes de partidos políticos.
Plazos Legales Impiden Renuncia de Jara
Según Figueroa, «las personas que ya están participando como militantes de partidos políticos no pueden desafiliarse para participar como independiente en las elecciones de noviembre, no cumpliría ese plazo». Es decir, a pesar de que la idea de que Jara renunciara a su militancia comunista había sido discutida dentro del oficialismo, el Servel ha descartado esta posibilidad debido a las restricciones legales vigentes.
Implicaciones y Perspectivas
Esta decisión del Servel tiene importantes implicaciones para la campaña de Jara y la estrategia del Partido Comunista. Al no poder renunciar a su militancia, Jara deberá mantener su perfil como precandidata comunista, lo cual podría limitar su capacidad de atraer a un electorado más amplio y diverso.
Desde una perspectiva económica, esta restricción legal podría afectar las posibilidades de financiamiento y apoyo que Jara podría recibir de sectores más moderados o conservadores, quienes podrían ver con recelo su afiliación al PC. Sin embargo, para los votantes de izquierda y progresistas, su permanencia en el partido podría ser vista como una señal de coherencia y compromiso con sus principios.
En conclusión, la decisión del Servel de impedir que Jara renuncie a su militancia comunista antes de las elecciones agrega un nuevo elemento de complejidad a su campaña presidencial, obligándola a navegar entre las restricciones legales y las expectativas de sus diversos públicos objetivo.