En medio de la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), un cambio significativo se está produciendo en el ánimo de los inversores internacionales. Mientras que el índice bursátil estadounidense S&P 500 lleva en números rojos desde principios de año, el barómetro bursátil alemán Dax ha subido más de un 15%. Además, desde la toma de posesión de Donald Trump, el dólar estadounidense ha perdido un 10% de valor frente al euro.
Este giro en el sentimiento inversor no es casualidad. Según Stefan Wintels, director del banco estatal alemán de desarrollo KfW, «en mis giras por Nueva York, Londres y Zúrich, he observado que los inversores internacionales muestran cada vez más interés por Alemania. Muchos inversores institucionales están sobreinvertidos en EEUU y les gustaría invertir más en Europa y dentro de Europa, especialmente en Alemania».
La Agresiva Política Comercial de Trump, un Arma de Doble Filo
La razón de este cambio de rumbo radica en la propia política comercial de Donald Trump. Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el Banco Central de Alemania han criticado duramente los elevados aranceles impuestos por Estados Unidos a casi todos sus socios comerciales. Joachim Nagel, presidente del Bundesbank, advirtió de «nuevas turbulencias en los mercados financieros si no se resuelve el conflicto comercial con EEUU».
Según el economista Ralph Ossa de la Organización Mundial del Comercio, «los expertos están de acuerdo en que los aranceles no son el instrumento adecuado para hacer frente a los déficits comerciales». Ossa compara la estrategia de Trump con «un particular que compra más de lo que gana con su trabajo y, por tanto, se endeuda».
Europa, un Refugio Atractivo para los Inversores
En este contexto de incertidumbre geopolítica, Europa se está convirtiendo en un refugio cada vez más atractivo para los inversores. Blackstone, el mayor gestor de activos del mundo, ha anunciado planes para invertir hasta 500.000 millones de dólares en Europa en los próximos diez años. Según su consejero delegado, Steve Schwarzman, «están empezando a cambiar su enfoque aquí, lo que creemos que conducirá a mayores tasas de crecimiento».
Alemania, en particular, se está beneficiando de este cambio de ánimo. Wintels afirma que «en mis más de 30 años de experiencia profesional, nunca había presenciado un cambio tan rápido en el sentimiento. Debemos hacer todo lo posible por aprovechar este impulso positivo para Alemania y Europa».
Mientras que Estados Unidos se enfrenta a una creciente deuda pública y a la posibilidad de nuevas turbulencias financieras, Europa parece estar ganando terreno como destino preferido para los inversores internacionales. La agresiva política comercial de Trump, lejos de fortalecer la economía estadounidense, podría terminar dando una inesperada ventaja al Viejo Continente.
