En una reunión de alto nivel, la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, ha ordenado a los comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea reforzar la seguridad en sus unidades militares tras dos incidentes graves: el robo de armas en el Regimiento «Maipo» en Valparaíso y la detención de seis suboficiales de la Brigada «Cazadores» en Pozo Almonte por integrar una banda que trasladaba droga a la capital.
Durante la reunión, cada comandante expuso la situación de sus respectivos recintos. Delpiano instruyó a las tres ramas de las Fuerzas Armadas a revisar exhaustivamente todos sus protocolos de control y seguridad. Ordenó el refuerzo de la vigilancia con tecnología avanzada como cámaras y sensores, así como la implementación de medidas preventivas para evitar nuevos incidentes.
La ministra también exigió una colaboración proactiva con la justicia para identificar y sancionar a los responsables de estos hechos. «Esto significa que los controles internos están funcionando», afirmó Delpiano, destacando que el Ejército había detectado e informado a la Fiscalía sobre los suboficiales desvinculados en Tarapacá.
Medidas Diferenciadas pero Coordinadas
Delpiano explicó que cada rama de las Fuerzas Armadas aplicará medidas acordes a sus funciones y características particulares. «Cada institución tiene sus propias medidas porque sus unidades, funciones y personal son diferentes», señaló. Sin embargo, enfatizó que los incidentes recientes poseen características distintas, por lo que las tres deben blindar sus protocolos de manera coordinada.
Como acción concreta, el general Pedro Varela, Comandante de Operaciones Terrestres, ya está evaluando medidas específicas para la región de Tarapacá, donde ocurrió la detención de los seis suboficiales. Además, el comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, se sumará a este despliegue en las próximas horas, buscando contener los riesgos en dicha zona.
Prioridad: Evitar Repetición de Incidentes
En este contexto, el gobierno ha priorizado evitar la repetición de incidentes que puedan comprometer activos estratégicos. Las nuevas directrices exigen auditorías continuas en el acceso a arsenales y la conducta del personal militar.
La reunión concluyó con compromisos de reportes semanales sobre los avances en las medidas implementadas. Además, las Fuerzas Armadas acelerarán las capacitaciones en ética y control de armamento, con el comandante Iturriaga supervisando personalmente los cambios en Tarapacá. La ministra Delpiano advirtió que no habrá dilaciones en la aplicación de sanciones si se detectan negligencias.
Colaboración Judicial como Prioridad
Delpiano ratificó que las instituciones militares facilitarán todos los datos a los fiscales. «Continuaremos prestando toda la colaboración al Ministerio Público», recalcó. En esta línea, los comandantes presentarán planes de acción concretos en un plazo de 72 horas.
Mientras tanto, la infraestructura en zonas fronterizas y urbanas recibirá dobles turnos de vigilancia, y se probarán sistemas biométricos en el acceso a los depósitos de armas. Por su parte, la Armada y la Fuerza Aérea ajustarán sus protocolos antes del 30 de junio.
Con estas medidas, el Gobierno busca blindar la seguridad de las Fuerzas Armadas y evitar la repetición de incidentes que puedan poner en riesgo la integridad de sus activos estratégicos y la confianza pública.
