La desaparición de la concejala María Ignacia González en Villa Alegre ha tomado un giro inesperado y estremecedor. Una amiga de infancia de la mujer de 73 años, militante de la Democracia Cristiana y muy querida en su comunidad, ha revelado detalles que podrían ser clave para resolver este misterio.
Según la amiga, María Ignacia había estado recibiendo amenazas de muerte y había dejado constancia de ello ante las autoridades. «Ella estaba amenazada», afirmó, sugiriendo que este podría ser un factor determinante en su desaparición.
La mujer también descartó la teoría de que María Ignacia pudiera haberse dirigido voluntariamente al río, zona donde se han enfocado las labores de búsqueda. «Creo que la ‘Nacha’ jamás habría ido al río», explicó. «Ella conoce el pueblo de memoria, entonces cómo va a meterse al río. Esa teoría no me convence».
¿Secuestro o Fuga Forzada?
En su lugar, la amiga sugiere que María Ignacia podría haber sido llevada en contra de su voluntad. «La llevaron obligada. No creo que esté el auto en el río. No sé qué andan haciendo buscándola ahí», expresó, visiblemente preocupada por el rumbo que ha tomado la investigación.
Estas nuevas declaraciones han añadido más tensión y urgencia al caso, que sigue sin resolverse, mientras la comunidad y la familia claman por respuestas y claridad sobre el paradero de la concejala.
Amenazas Previas y Acoso Constante
Según el testimonio de la amiga, María Ignacia había dejado constancia de las amenazas de muerte en Carabineros, y las autoridades conocerían la identidad de la persona que la acosaba. «Siempre la llamaban», añadió, dando a entender que el hostigamiento era constante.
Estas revelaciones plantean nuevas interrogantes sobre los posibles motivos detrás de la desaparición de la concejala, y podrían ser un punto de inflexión crucial en la investigación.
Búsqueda Intensiva sin Resultados
Desde la madrugada del domingo 15 de junio, cuando María Ignacia desapareció tras visitar a un matrimonio amigo, las autoridades mantienen un amplio operativo de búsqueda en la zona. Sin embargo, hasta el momento, no se ha logrado determinar su paradero.
La comunidad de Villa Alegre y la familia de la concejala siguen esperando respuestas y claman por la pronta resolución de este caso que ha conmocionado a todo el pueblo.
