
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán ha confirmado oficialmente que se ha alcanzado un alto al fuego con Israel, propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump. En un comunicado, el máximo organismo de seguridad nacional iraní calificó este acuerdo como una derrota para el Estado judío, afirmando que «la lucha de los guerreros» y «el sabio liderazgo» del país han «obligado al enemigo a lamentar y aceptar la derrota y detener unilateralmente su invasión».
Según el Consejo Supremo, los últimos 12 días han sido de una «lucha sangrienta» en la que Irán respondió «a cada agresión de manera oportuna y proporcionada». Sin embargo, el comunicado advierte que las Fuerzas Armadas iraníes «estarán listas para dar una respuesta decisiva y lamentable a cualquier acto de agresión del enemigo», demostrando que la tregua se acepta con desconfianza.
Reacción Israelí y Nuevos Ataques
Por su parte, el Gobierno israelí aseguró haber aceptado la propuesta de Trump para un «alto al fuego bilateral» con Irán, tras el logro de sus objetivos en 12 días de guerra. No obstante, advirtió que Israel responderá «con firmeza» ante cualquier violación de este acuerdo.
De hecho, varias horas después del comienzo del alto al fuego, el Ejército israelí informó de la detección de un nuevo ataque con misiles desde Irán que hizo sonar las alarmas en el norte de Israel. La televisión estatal iraní negó posteriormente que hubieran lanzado misiles contra el país vecino.
Implicaciones Estratégicas
Este alto al fuego representa una derrota diplomática y militar para Irán, que se ve obligado a aceptar un acuerdo tras sufrir importantes bajas y daños en sus infraestructuras. Sin embargo, la retórica belicosa y la desconfianza mutua sugieren que esta tregua podría ser frágil y de corta duración.
La capacidad de Irán para responder a las «agresiones» de Israel, así como la disposición de este último a reaccionar «con firmeza» ante cualquier violación, indican que la tensión y el riesgo de una reanudación de las hostilidades siguen siendo elevados en la región.
En última instancia, este alto al fuego parece ser más una pausa temporal que una solución duradera al conflicto entre Irán e Israel, que sigue siendo uno de los focos de inestabilidad más peligrosos a nivel geopolítico en Oriente Medio.