Un estudio a gran escala que analizó los datos médicos de más de 200 millones de personas ha revelado un preocupante hallazgo: el consumo de marihuana aumenta significativamente el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV).
Publicado en la prestigiosa revista Heart, el análisis revisó información de individuos principalmente entre los 19 y 59 años. Los resultados son contundentes: los consumidores de cannabis tienen un 29% más de probabilidades de sufrir ataques cardíacos y un 20% más de riesgo de padecer un ACV en comparación con quienes no consumen esta droga.
Jóvenes y sanos, también en riesgo
Lo más alarmante, según la autora principal del estudio, Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia, es que los pacientes hospitalizados por estos trastornos eran jóvenes y no tenían antecedentes ni factores de riesgo cardiovasculares previos.
Este hallazgo contrasta con la creencia previa de que el consumo de marihuana implicaría un riesgo menor para la salud del corazón en relación con otras drogas.
¿Qué está causando estos problemas?
Si bien el estudio no indagó en las formas específicas de consumo (fumado, vapeo, comestibles, etc.), Jouanjus señaló que probablemente la mayoría de los casos involucraban el consumo por vía inhalada, basándose en datos epidemiológicos.
Esto sugiere que el humo podría ser uno de los principales culpables de los problemas cardiovasculares asociados al uso de cannabis. Tal como ocurre con el tabaco, el humo y los químicos dañan los vasos sanguíneos y aumentan la coagulación, lo que eleva los riesgos.
Más allá del humo: otros riesgos del cannabis
Sin embargo, otros expertos han señalado que incluso las formas de consumo sin humo, como los comestibles, también pueden estar relacionadas con problemas cardíacos. Un estudio publicado en JAMA Cardiology encontró que las personas que ingirieron alimentos con tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo de la planta de cannabis, mostraron signos tempranos de enfermedad cardíaca, similares a los de los fumadores de tabaco.
Conclusión: no subestimar los riesgos
Los especialistas coinciden en que los profesionales de la salud deben evaluar y educar a la población sobre los efectos nocivos del consumo de cannabis, de la misma manera que se hace con el tabaco. Creer que el cannabis es una alternativa más segura es un error que puede tener graves consecuencias para la salud cardiovascular, incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas.
