La pandemia del COVID-19 continúa evolucionando, y la aparición de una nueva subvariante, apodada «Nimbus» (NB.1.8.1), ha traído consigo un síntoma particularmente molesto: una intensa irritación en la garganta que los pacientes describen como «tragar hojas de afeitar» o «fragmentos de vidrio».
Si bien al inicio de la pandemia los síntomas más comunes eran fiebre, dolor de cabeza y pérdida de olfato, ahora este doloroso malestar en la garganta se ha convertido en uno de los principales signos de infección por la variante Nimbus. Según informes médicos recientes, este síntoma puede llegar a ser tan severo que dificulta hablar, alimentarse e incluso mantenerse hidratado.
Características de la Variante Nimbus
La subvariante Nimbus pertenece a la familia de Ómicron y ya representa más del 50% de los casos en California, con un rápido aumento desde abril. Pero este fenómeno no se limita a los Estados Unidos, ya que los datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido revelan que los ingresos hospitalarios relacionados con COVID-19 han aumentado casi un 10% en las últimas dos semanas.
Además del intenso dolor de garganta, la variante Nimbus puede provocar síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, escalofríos, tos leve, congestión nasal, fatiga, dolores musculares, náuseas, vómitos y diarrea. Sin embargo, es importante destacar que los síntomas pueden variar dependiendo del estado de vacunación de cada persona y no siempre coinciden con los de variantes anteriores del virus.
Eficacia de las Vacunas Actuales
A pesar de las características de la variante Nimbus, los expertos insisten en que las vacunas actuales continúan siendo eficaces para prevenir cuadros graves. El doctor Peter Chin-Hong, infectólogo de la Universidad de California en San Francisco, explica que, si bien los cuadros son más leves, los síntomas son distintos a los de etapas anteriores del virus.
Por lo tanto, es fundamental mantener las medidas básicas de prevención ante cualquier síntoma respiratorio, especialmente cuando se presentan molestias intensas al tragar. La vigilancia y el seguimiento de esta subvariante por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son cruciales para comprender mejor su evolución y su impacto en la salud pública.
