
En un discurso apasionado ante el Parlamento, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha hecho un llamado urgente a la unidad nacional frente a los constantes ataques de Israel. Desde el viernes, las fuerzas israelíes han lanzado una ofensiva devastadora contra infraestructuras militares, energéticas, civiles y nucleares de Irán, dejando un saldo de al menos 224 muertos y 1.257 heridos, en su mayoría civiles.
Pezeshkian subrayó que «el enemigo no puede eliminar a la nación iraní mediante el terror» y que «cada vez que un héroe cae, cientos de otros héroes se alzan y alzan la bandera». El mandatario urgió al pueblo iraní a mantenerse firme y unido ante esta crisis, asegurando que «todos nuestros compatriotas deben unirse para defenderse del ataque israelí».
Una respuesta contundente de Irán
En respuesta a los ataques israelíes, Irán ha lanzado ya ocho oleadas de ataques sobre Israel, provocando la muerte de 18 personas. Según las autoridades sanitarias iraníes, los bombardeos israelíes han alcanzado incluso un hospital en la ciudad de Kermanshah, dejando varios pacientes heridos.
Desde una perspectiva económica, estos ataques han tenido un impacto devastador en la infraestructura energética de Irán, lo que podría afectar seriamente la capacidad del país para satisfacer la demanda interna y mantener sus exportaciones. Para los consumidores iraníes, esto significa enfrentar posibles cortes de energía y un aumento en los precios de los combustibles.
Unidad y determinación como claves para la defensa
Pezeshkian hizo hincapié en que «el país se mantendrá firme» y urgió al pueblo iraní a mantener la unidad ante los constantes ataques. Desde una perspectiva militar, la estrategia de Irán parece centrarse en una defensa sólida y una respuesta contundente, con el objetivo de disuadir futuros ataques y proteger la soberanía nacional.
En conclusión, la crisis actual entre Irán e Israel ha puesto de manifiesto la importancia de la unidad y la determinación del pueblo iraní para hacer frente a las amenazas externas. Mientras Irán se prepara para una prolongada batalla, la comunidad internacional observa con cautela el desarrollo de este conflicto y sus posibles implicaciones regionales e internacionales.