Bhoomi Chauhan, una estudiante de administración de empresas de 28 años, se considera una de las personas más afortunadas del mundo. Ella debería haber estado a bordo del vuelo AI171 de Air India que se estrelló trágicamente el jueves, dejando 242 personas fallecidas. Sin embargo, por una serie de circunstancias fortuitas, Bhoomi se salvó de este terrible destino.
Según relata Bhoomi en una entrevista exclusiva con la BBC, ella se encontraba de vacaciones en India y tenía previsto volver a Bristol, Londres, donde reside con su esposo. Ese fatídico jueves, Bhoomi salió con retraso de Ahmedabad debido al tráfico de la ciudad, llegando al aeropuerto apenas 10 minutos después de la hora de embarque programada.
Cuando Bhoomi llegó al mostrador, el personal de Air India le informó que ya no podía abordar el avión. «Nos enfadamos mucho con nuestro conductor y salimos del aeropuerto frustrados», recuerda Bhoomi. «Me sentí muy decepcionada en ese momento, pero ahora sé que fue un verdadero milagro».
Mientras Bhoomi intentaba conseguir un reembolso por su boleto, recibió una llamada que le heló la sangre: el avión en el que debería haber estado se había estrellado poco después del despegue. «Esto es totalmente un milagro para mí», afirma Bhoomi, aún conmocionada por la tragedia que pudo haber sufrido.
Una Tragedia Devastadora
El vuelo AI171 de Air India, con destino a Londres, se estrelló minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional de Ahmedabad. Según la información disponible, la aeronave perdió el control e impactó contra una residencia de estudiantes de medicina, causando la muerte de al menos cinco personas en tierra.
De los 242 ocupantes del avión, 230 eran pasajeros y 12 miembros de la tripulación (2 pilotos y 10 tripulantes de cabina). Entre las víctimas, se encontraban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, 7 portugueses y 1 canadiense.
Un Milagro en Medio de la Tragedia
Para Bhoomi, el hecho de haber perdido su vuelo se convirtió en una bendición inesperada. «Cuando perdí el vuelo, me sentí desanimada. Lo único que pensaba era: ‘Si hubiera salido un poco antes, habría subido al avión'». Sin embargo, esos 10 minutos de retraso le salvaron la vida.
Ahora, Bhoomi se siente profundamente agradecida y reflexiona sobre la fragilidad de la existencia. «Recibí una llamada diciendo que el avión se había estrellado. Esto es totalmente un milagro para mí», afirma con lágrimas en los ojos.
La historia de Bhoomi Chauhan es un recordatorio de que, a veces, los pequeños retrasos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Su milagrosa supervivencia es una luz de esperanza en medio de esta terrible tragedia que ha conmocionado a la nación.