
La Unión Europea (UE) ha reafirmado que la responsabilidad de garantizar la protección de los 12 activistas y pasajeros del barco Madleen, interceptado por las fuerzas israelíes en aguas internacionales mientras navegaba hacia Gaza, recae sobre los países de origen de estos ciudadanos.
Según un portavoz de la Comisión Europea, las autoridades responsables de asegurar la protección consular son los Estados a los que pertenecen los ciudadanos a bordo del barco, que incluyen a seis franceses, un español, un holandés, un alemán, un brasileño, un turco y la activista sueca Greta Thunberg.
El incidente se produjo cuando la embarcación, conocida como la «Flotilla de la Libertad», intentaba entregar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, que lleva más de dos meses bajo un bloqueo impuesto por Israel. La UE ha reiterado su llamamiento urgente a la reanudación inmediata y sin trabas de la asistencia a gran escala a Gaza, de acuerdo con los principios humanitarios, y ha exigido el cese inmediato de las hostilidades y la liberación de los detenidos.
Reacción de los Países Afectados
Tras el incidente, el Ministerio de Asuntos Exteriores español convocó al encargado de negocios de Israel en Madrid, mientras que el consulado francés en Israel solicitó poder visitar a los seis ciudadanos franceses arrestados para asegurar su bienestar y facilitar su pronto regreso a Francia.
Estos hechos ponen de manifiesto la delicada situación humanitaria en Gaza y la necesidad de que la comunidad internacional actúe con urgencia para garantizar el respeto de los derechos humanos y el acceso de la ayuda a la población civil, en medio de un conflicto que se prolonga desde hace décadas.
Llamado a la Acción Diplomática
La interceptación del barco Madleen en aguas internacionales ha generado una respuesta diplomática por parte de los países afectados, quienes exigen que se garantice la seguridad y el regreso de sus ciudadanos. La UE, por su parte, ha reafirmado su posición de apoyar los esfuerzos humanitarios y de paz en la región, instando a la reanudación inmediata de la asistencia a Gaza y al cese de las hostilidades.
Este incidente pone de relieve la necesidad de una solución diplomática duradera que permita el libre tránsito de ayuda humanitaria y el respeto de los derechos de la población civil en la Franja de Gaza, en un contexto de tensiones y conflicto que se prolonga desde hace décadas.