La fluoración del agua ha sido una medida pionera en la salud pública durante décadas, pero recientemente ha generado controversia debido a un estudio que sugiere una posible relación entre la exposición prolongada a altos niveles de flúor y un menor coeficiente intelectual (CI) en niños. Sin embargo, la mayoría de los expertos coinciden en que los beneficios de la fluoración superan ampliamente los riesgos, siempre y cuando se mantengan los niveles recomendados.
Beneficios Comprobados de la Fluoración
La fluoración del agua ha sido una de las medidas de salud pública más exitosas del siglo XX. Múltiples estudios han demostrado que la exposición a niveles moderados de flúor (entre 0,5 y 1,0 mg/L) puede reducir significativamente la incidencia de caries dentales en la población. Esto se debe a que el flúor estimula la remineralización del esmalte y dificulta la desmineralización, protegiendo los dientes de manera constante.
Según un estudio publicado en JAMA Health Forum, la eliminación de la fluoración del agua en Estados Unidos podría causar 25,4 millones de caries adicionales en niños y adolescentes en solo 5 años, lo que se traduciría en $9,800 millones en costos de atención médica. Estos efectos se duplicarían en 10 años, llegando a casi 54 millones de caries adicionales y $19,400 millones en gastos.
«Sabemos que las personas que más se benefician del flúor son las que, de otro modo, tienen dificultades para acceder a la atención dental», afirmó la Dra. Lisa Simon, coautora del estudio.
Riesgos Potenciales de la Exposición a Altos Niveles
El estudio que inició el debate, publicado en JAMA Pediatrics, encontró una asociación entre la exposición prolongada a niveles altos de flúor (1,5 mg/L) y un menor coeficiente intelectual en niños. Sin embargo, los expertos han señalado que estos hallazgos no se aplican a los niveles recomendados de fluoración (0,7 mg/L en EE. UU. y 0,5-1,0 mg/L según la OMS).
El investigador brasileño Jaime Cury afirma que «la controversia se basa principalmente en desinformación, lectura poco crítica de la evidencia científica y, en muchos casos, en teorías conspirativas que se arrastran desde hace décadas». Además, la carióloga chilena Constanza Fernández menciona que «detrás de algunas campañas también hay intereses comerciales o políticos, como la intención de vender productos alternativos o de atraer atención mediática».
Implementación Responsable y Contextualizada
Expertos como Fernández y Mena, de la Universidad de Chile, coinciden en que la fluoración del agua debe evaluarse en función del contexto de cada país. Antes de implementar o retirar esta medida, es necesario realizar un análisis técnico y epidemiológico que considere los niveles naturales de flúor en las fuentes de agua y los beneficios y riesgos potenciales.
En Chile, por ejemplo, las aguas naturales no presentan altos niveles de flúor, por lo que la fluoración artificial ha sido una medida efectiva para prevenir la caries dental en la población. Actualmente, más del 72% de los chilenos tienen acceso a agua potable fluorurada, con concentraciones dentro de los rangos recomendados.
En resumen, la fluoración del agua sigue siendo una herramienta valiosa para la salud pública, siempre y cuando se mantengan los niveles adecuados y se implemente de manera responsable y contextualizada. Los expertos coinciden en que los beneficios de esta medida superan ampliamente los riesgos potenciales, especialmente para las poblaciones con menor acceso a la atención dental.
