Arturo Prat, el héroe naval chileno, ha sido objeto de reverencia y admiración durante generaciones. Pero en el año 2002, una obra de teatro que llevaba su nombre provocó una tormenta de controversia que sacudió los cimientos de la narrativa heroica nacional.
Prat: La Obra Que Desafió el Mito
Escrita y dirigida por la laureada dramaturga Manuela Infante, «Prat» presentaba una visión inusual del capitán, retratándolo como un adolescente de 16 años, frágil y dubitativo ante los desafíos históricos que se avecinaban. La obra exploraba aspectos de su personalidad que hasta entonces habían sido relegados, como su incipiente dependencia al alcohol y su estrecha relación con su madre.
Estos elementos, interpretados por algunos sectores castrenses como una «ofensa al capitán», desataron una ola de reacciones airadas. El exalmirante Jorge Swett Madge llegó a acusar a la obra de estar influenciada por la ideología de Antonio Gramsci y de tener un interés por «destruir todos los valores para tomar el poder».
La Batalla Legal y el Escándalo Político
La controversia no se detuvo ahí. La Corporación 11 de Septiembre interpuso una querella contra el Ministerio de Educación y el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart), alegando una «vulneración de la Ley de Seguridad del Estado». Familiares del héroe y el Instituto Arturo Prat también se sumaron a las acciones legales para frenar el estreno de la obra.
El escándalo alcanzó incluso los pasillos del Congreso, donde la entonces senadora Evelyn Matthei (hoy candidata presidencial por ChileVamos) cuestionó la selección de obras financiadas por el Fondart, sugiriendo que no se debería utilizar el nombre de «personas que existieron» en obras de ficción.
El Legado de «Prat» y su Resurgimiento
A pesar de la feroz oposición, la obra «Prat» logró estrenarse y dejó una huella indeleble en el teatro chileno. Dos décadas después, el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile presenta «Prat (antes de PRAT)», una nueva obra inspirada en aquel montaje pionero.
La directora Daniela Contreras-López explica que la pieza busca «entrar en diálogo con ese gesto, pero desde otro tiempo, otro cuerpo político: el de una generación joven, coral y mayoritariamente femenina». La obra propone «escenas que oscilan entre el humor, el horror, la ternura y la lucidez política, desmontando la épica masculina y planteando una pregunta incómoda: ¿quién salta hoy por una patria que no los nombra?».
El legado de «Prat» sigue resonando, desafiando los límites de la narrativa heroica y abriendo nuevas perspectivas sobre la figura de Arturo Prat y su lugar en la historia de Chile.