La Hacienda Santa Martina, un icónico club de golf ubicado en La Dehesa, comuna de Lo Barnechea, se enfrenta a una difícil situación financiera que podría llevar a su quiebra. Según reveló Diario Financiero, la empresa dueña del club, Inmobiliaria Santa Martina, ha solicitado una reorganización judicial para intentar salvar sus operaciones.
Los problemas de la Hacienda Santa Martina se remontan a los eventos ocurridos a partir de octubre de 2019, cuando el país enfrentó un prolongado período de inestabilidad social, y posteriormente a la pandemia de COVID-19, que obligó a paralizar las actividades del club por un tiempo. Estos sucesos tuvieron un impacto significativo en los ingresos de la empresa, provocando una reducción en el número de socios y una disminución en la demanda de eventos.
Una Deuda Millonaria y la Búsqueda de una Solución
Según la información proporcionada, la Inmobiliaria Santa Martina posee pasivos por más de $47 mil millones, siendo el Banco Internacional su principal acreedor, con una deuda de $25 mil millones, que representa el 84% de los pasivos totales. Otras entidades acreedoras importantes son Primus Capital y la Tesorería General de la República (TGR), con un 3% de la deuda cada una.
La empresa afirma que, a pesar de los esfuerzos realizados para sanear la deuda tras la compra del club hace cinco años por parte del empresario Munir Hazbún, dueño del Instituto Valle Central, la situación de inestabilidad prolongada y la pandemia han afectado gravemente la capacidad de la Hacienda Santa Martina para cumplir con sus obligaciones financieras.
Reorganización Judicial: La Última Esperanza
Ante esta difícil situación, la Inmobiliaria Santa Martina ha decidido acudir a la justicia para emprender una reorganización judicial, buscando así salvar sus operaciones y evitar la quiebra. Esta estrategia legal les permitiría reestructurar sus deudas y encontrar una solución viable para mantener en funcionamiento el icónico club de golf.
La empresa afirmó a la justicia que desde octubre de 2019 vivieron una «situación de inestabilidad prolongada», afectando la asistencia de los socios y celebraciones de eventos.
Si bien la crisis sanitaria ya ha quedado atrás, la demanda de eventos en el club no ha logrado recuperar los niveles previos a 2020, y la llegada de nuevos socios también se ha mantenido en niveles bajos, lo que pone en riesgo la capacidad de la Hacienda Santa Martina para cumplir con sus obligaciones financieras.
La reorganización judicial representa la última esperanza para este icónico club de golf, que busca encontrar una solución que le permita superar los desafíos heredados de la pandemia y el estallido social, y así mantener sus operaciones y seguir siendo un referente en la comunidad.
