Elías Rodríguez, un filólogo de 30 años de Chicago, se ha convertido en el principal sospechoso del asesinato de dos trabajadores de la embajada de Israel en Estados Unidos. Los hechos ocurrieron el miércoles a la salida del Museo Judío de Washington, donde se celebraba un evento del Comité Judío Americano (AJC).
Según las autoridades, Rodríguez fue visto en las inmediaciones del museo antes de abrir fuego contra la pareja, identificada como Yaron Lischinsky, de 30 años, y Sarah Milgrim, de 26. Lischinsky planeaba proponerle matrimonio a Milgrim durante un viaje a Jerusalén la próxima semana.
Un Pasado Aparentemente Intachable
El sospechoso, graduado en filología inglesa por la Universidad de Illinois, no tenía antecedentes que hicieran suponer a la Policía que pudiera cometer un ataque de esta magnitud. De hecho, había colaborado durante un año y medio como historiador en un portal que buscaba recuperar la herencia de los líderes afroamericanos en Estados Unidos.
Según sus perfiles profesionales, desde julio de 2024 trabajaba para la Asociación Americana de Osteopatía (AOA). Anteriormente, se dedicaba a ser coordinador en una cadena de cupones y descuentos para empresas y minoristas.
¿Crimen de Odio o Acto Terrorista?
Cuando Rodríguez fue detenido, gritó «Palestina libre», lo que ha desatado las acusaciones de que se trata de un atentado antisemita como respuesta a la ofensiva israelí en Gaza. Sin embargo, las autoridades estadounidenses continúan investigando el trasfondo del ataque, sin descartar vínculos con posibles actos terroristas.
Las autoridades, confirmó la fiscal general, Pam Bondi, creen que actuó solo.
Además, Rodríguez ha sido relacionado con formaciones progresistas como el Partido Socialista y de Liberación (PSL), una agrupación estadounidense marxista-leninista. No obstante, el PSL negó tener algún tipo de relación con él.
Más Preguntas que Respuestas
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el motivo detrás de este ataque sigue siendo un misterio. Las investigaciones continúan para determinar si se trató de un crimen de odio o un acto terrorista, y si Rodríguez actuó solo o formaba parte de una red más amplia.
El caso de Elías Rodríguez ha generado gran conmoción y ha puesto en el centro del debate la cuestión de la seguridad en las sedes diplomáticas y la necesidad de comprender las raíces de la violencia política en Estados Unidos.