En una decisión sin precedentes, el Tribunal Oral de Cañete, en la región del Bío Bío, ha programado 33 audiencias para el juicio del caso de Tomás Bravo, el menor cuya desaparición y posterior hallazgo conmocionó al país. Este extenso proceso busca garantizar que todas las partes involucradas -la Defensoría, el Ministerio Público y la Defensoría de la Niñez- puedan presentar exhaustivamente sus pruebas y argumentos a favor y en contra del acusado, el tío abuelo de la víctima, Jorge Escobar Escobar.
El defensor Cristian Sleman ha confirmado que la Defensoría intervendrá de manera presencial durante todo el juicio, con el objetivo de demostrar la inocencia de su representado. Por su parte, el Ministerio Público combinará la presencialidad y la intervención por Zoom, mientras que la Defensoría de la Niñez participará de forma telemática.
Madeleine Gacitúa, la abogada que representa al padre de Tomás Bravo, señaló que asistirá de manera presencial durante las primeras audiencias y luego lo hará de forma remota. Según la querellante, la extensión del juicio se debe a la gran cantidad de antecedentes que los intervinientes llevarán al tribunal.
Aunque el juicio está programado para iniciar el 26 de mayo, la abogada Gacitúa advirtió que eventuales resoluciones en la indagatoria que lleva la Fiscalía de los Ríos, por la sustracción del menor Tomás Bravo, podrían afectar la arista de Cañete.
En el Tribunal Oral de Cañete, Jorge Escobar enfrenta cargos de abandono de menor con resultado de muerte, con una pena solicitada por la Fiscalía Regional del Bío Bío de 10 años de cárcel en caso de ser declarado culpable. Este juicio, sin duda, marcará un hito en la búsqueda de justicia y verdad en torno a la trágica desaparición de Tomás Bravo.