La autopista subterránea Américo Vespucio Oriente II (AVO II) se ha convertido en uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos y transformadores del Gran Santiago. Con una extensión de 5,2 kilómetros y una inversión de 815 millones de dólares, esta obra promete beneficiar a más de 600 mil personas al reducir significativamente los tiempos de traslado.
Conectividad Subterránea: Cerrando el Anillo Vial
El AVO II se construye como un moderno túnel minero, con una profundidad que varía entre 23 y 54 metros, bajo la Línea 4 del Metro de Santiago. Este proyecto permitirá completar el anillo vial de Américo Vespucio, brindando una solución de conectividad subterránea en una zona con alta congestión vehicular, donde circulan cerca de 3.500 vehículos por hora.
Estas obras de infraestructura hacen la diferencia, aseguró el vicepresidente de la República, Álvaro Elizalde, destacando la considerable disminución en los tiempos de traslado, que se estima pasarán de 30 a solo 5 minutos.
Transformación Urbana y Sostenibilidad
Pero el AVO II no se limita a mejorar la conectividad vial. El proyecto también contempla la creación de 71.000 m² de áreas verdes, ciclovías en superficie, zonas de juegos infantiles, mobiliario urbano y circuitos peatonales, entre otras mejoras que contribuirán a «embellecer la ciudad de Santiago en esta zona», según destacó el vicepresidente Elizalde.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, señaló que el AVO II «permitirá cerrar con estándar de autopista la Circunvalación Américo Vespucio», lo que facilitará «dar una solución de conectividad subterránea» y mitigará externalidades como el ruido y la acumulación vehicular en superficie, según lo expresado por el alcalde de La Reina, José Manuel Palacios.
Colaboración Público-Privada y Beneficios Comunitarios
El proyecto AVO II es el resultado de una estrecha colaboración entre el sector público y privado. Según el alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, «no hay desarrollo sin colaboración público-privada», destacando la necesidad de seguir potenciando el modelo de concesiones en Chile.
Los alcaldes de las comunas beneficiadas, como Miguel Concha de Peñalolén, Eduardo Espinoza de Macul y José Manuel Palacios de La Reina, han valorado los acuerdos alcanzados con la concesionaria y el Ministerio de Obras Públicas, resaltando los beneficios que esta obra traerá a sus respectivas comunidades.
Con un avance del 12% y una fecha de finalización estimada para el año 2028, el AVO II se perfila como un proyecto transformador que mejorará la calidad de vida de más de 600 mil habitantes del Gran Santiago, al tiempo que impulsa la sostenibilidad y la colaboración entre los sectores público y privado.