Ecuador se enfrenta a una nueva tragedia en su lucha contra la minería ilegal en la Amazonía, después de que una operación militar terminara en una emboscada mortal atribuida a los Comandos de la Frontera, un grupo disidente de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El enfrentamiento se produjo en la cuenca alta del río Punino, una zona donde han proliferado en los últimos años los campamentos mineros ilegales en el límite entre las provincias de Napo y Orellana, cerca de la frontera con Colombia. Cuatro equipos de combate de la Brigada de Selva 19 Napo del Ejército ecuatoriano, conformados por 80 militares, llegaron en helicópteros a varios puntos de este sector para llevar a cabo la operación.
Una emboscada mortal
Uno de los equipos fue emboscado con explosivos, granadas y fusiles, lo que dejó un saldo de 11 militares muertos y uno herido, así como un fallecido del grupo armado, según informó el Ejército ecuatoriano. Este ataque fue atribuido específicamente a los Comandos de la Frontera, un grupo disidente de las FARC que opera en la zona fronteriza.
«Encontraremos a los responsables y los acabaremos. No descansaremos hasta que los responsables sean juzgados ante la ley y rindan cuentas de este crimen en contra de valientes ecuatorianos que han entregado su vida por el bien de la patria», manifestó el Ejército ecuatoriano en un comunicado.
Reacción del gobierno y la comunidad internacional
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró tres días de luto nacional y distinguió a los 11 militares fallecidos como héroes nacionales por «ofrendar su vida en defensa del bienestar y seguridad del país». Además, prometió «acabar» con los responsables de este ataque.
Por su parte, el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Arnulfo Sánchez, rechazó el «brutal ataque perpetrado por las disidencias de las FARC, cartel narcotraficante estructura: Comandos de la Frontera», y afirmó que «estos hechos enlutan a toda la región y evidencian, una vez más, la amenaza que representan los grupos armados organizados que delinquen en zonas fronterizas, que no conocen de límites ni humanidad».
La Embajada de Estados Unidos en Ecuador también condenó el acto y reiteró su apoyo al país «en la lucha colectiva contra el crimen organizado».
Un conflicto en escalada
Este trágico incidente se enmarca dentro del «conflicto armado interno» declarado en Ecuador desde 2024 por el presidente Noboa, en un intento por contrarrestar la escalada de violencia que ha puesto al país a la cabeza de Latinoamérica en los índices de homicidios.
La lucha contra la minería ilegal en la Amazonía y los grupos armados que operan en la zona fronteriza con Colombia se ha convertido en una prioridad para el gobierno ecuatoriano, que busca garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. Lamentablemente, este último ataque ha dejado un saldo trágico de vidas perdidas en defensa de la patria.