En un movimiento que refleja la tensión geopolítica actual, Estonia ha prohibido el uso de su espacio aéreo para aquellas autoridades internacionales que viajen al gran desfile militar que Rusia está preparando para conmemorar el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
A través de un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores estonio dejó claro que no tienen intención de apoyar de ninguna manera este evento organizado por Rusia, un país que ha iniciado y continúa una guerra en Europa. Además, han recalcado a sus colegas de la Unión Europea que la participación en «eventos de propaganda» organizados por Rusia debe descartarse.
Prohibición de Vuelos VIP a Moscú
Estonia no se ha detenido ahí. También ha prohibido los vuelos con origen o destino en Moscú para «vuelos VIP» de países como Cuba y Brasil, y ha indicado que retendrá (o suspenderá si es necesario) los permisos para vuelos VIP a Moscú con motivo de las celebraciones del 9 de mayo.
Esta decisión se enmarca en un contexto más amplio, donde otros países bálticos como Letonia y Lituania también han prohibido el uso de sus espacios aéreos al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, para viajar a Rusia. Según los informes, estas prohibiciones se basan en «razones sensibles de índole política y diplomática».
Impacto Geopolítico y Seguridad
La prohibición de Estonia se produce en un momento en que Rusia recibirá a más de veinte líderes mundiales, incluyendo al presidente de Brasil, Lula da Silva, y al gobernante chino, Xi Jinping, para participar en las celebraciones del 9 de mayo.
En respuesta, Vladimir Putin anunció una tregua de 72 horas en la guerra con Ucrania, que comenzará el 8 de mayo, para garantizar la seguridad de los asistentes. Sin embargo, esta tregua ha sido calificada como «cínica» por parte de Ucrania.
La decisión de Estonia, junto con las acciones de otros países bálticos, refleja la creciente presión y aislamiento que enfrenta Rusia en el escenario internacional debido a su invasión de Ucrania. Estas medidas envían un mensaje claro de rechazo a la participación en eventos propagandísticos organizados por Moscú.
