Un menor de 16 años ha sido formalizado y puesto en internación provisoria por su presunta participación en un homicidio ocurrido en agosto de 2024 en la comuna de Quilpué. Según la investigación de la Policía de Investigaciones (PDI), el joven habría sido parte de un grupo de tres personas que abordaron a una víctima de 54 años, sin antecedentes penales, con la intención de robarle sus pertenencias, provocándole la muerte a través de armas de fuego.
Además, este grupo estaría vinculado a un robo de vehículo de alta gama registrado en la comuna de Casablanca en septiembre del año pasado, lo que sugiere que se trata de una organización criminal dedicada a este tipo de delitos violentos.
Según el subprefecto Flavio Espinoza, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Valparaíso, el menor imputado fue detenido en la comuna de La Pintana, y sería integrante de una agrupación criminal compuesta por dos personas más, una de las cuales falleció en un enfrentamiento con la PDI en Santiago mientras cometía un robo.
Implicaciones Legales y Sociales
La abogada María Lorena Rossell, académica de la Universidad de las Américas sede Viña del Mar, explica que, al tratarse de un menor de edad, el imputado arriesga una internación en régimen cerrado con un programa de inserción social, que no puede exceder los 10 años.
Al tratarse de un menor de edad, arriesga una internación en régimen cerrado, con un programa de inserción social, que no puede exceder los 10 años.
Además, se informó que el padre y el hermano del menor también fueron aprehendidos por infracción a la Ley de Drogas y por mantener en su poder elementos para la comisión de delitos, lo que sugiere un entorno familiar problemático que pudo haber influido en la trayectoria del joven.
Prevención y Reinserción Social
Este caso resalta la importancia de abordar de manera integral los desafíos que enfrentan los jóvenes en riesgo de involucrarse en actividades delictivas. Expertos en el área de justicia juvenil enfatizan la necesidad de fortalecer los programas de prevención y reinserción social, con el objetivo de brindar oportunidades y herramientas que permitan a estos jóvenes alejarse de la delincuencia y reintegrarse de manera positiva a la sociedad.
El caso del menor de Quilpué evidencia la complejidad de estos desafíos y la importancia de abordarlos de manera multidisciplinaria, involucrando a la familia, la comunidad y las instituciones responsables, con el fin de interrumpir el ciclo de la violencia y la delincuencia juvenil.
