
Cachemira, la región disputada entre India y Pakistán, se ha convertido nuevamente en el epicentro de una peligrosa crisis diplomática entre estas dos potencias nucleares. El detonante fue un atentado terrorista perpetrado el martes en una zona turística de la parte de Cachemira bajo administración india, que se saldó con la muerte de al menos 26 personas.
El ataque, reivindicado por el Frente de Resistencia, una organización vinculada al grupo armado islamista Lashkar-e-Taiba (LeT), ha provocado una rápida escalada de tensiones entre los dos países, que se disputan el control de este territorio desde la independencia de la India británica en 1947.
La Respuesta de India: Suspensión del Tratado de Aguas del Indo
El Gobierno indio, encabezado por el primer ministro Narendra Modi, ha respondido al atentado con duras advertencias y medidas de represalia. Entre ellas, la más significativa ha sido la suspensión de la participación de India en el Tratado de Aguas del Indo de 1960.
Este acuerdo, mediado por el Banco Mundial, regula el uso de los ríos que fluyen a través de Cachemira y es considerado un pilar fundamental para mantener la paz en la región. Su colapso podría derivar en una grave escasez de agua en Pakistán, que ya enfrenta problemas por sequías y disminución de lluvias.
Islamabad ha advertido que considerará la suspensión del tratado como «un acto de guerra» por parte de India, elevando aún más las tensiones entre los dos países.
Acusaciones Cruzadas y Escalada Diplomática
India ha señalado directamente a Pakistán como responsable del atentado, afirmando que el ataque fue orquestado por el líder de LeT, Hafiz Saeed, y su ‘número dos’, alias ‘Saifulá’, a quienes ya se ha acusado de participar en otros ataques en territorio indio.
Por su parte, Pakistán ha rechazado estas acusaciones y ha aprobado una resolución en su Senado que califica la decisión de India sobre el tratado de aguas como «ilegal y unilateral«. Islamabad también ha cancelado visados a ciudadanos indios y cerrado su espacio aéreo en respuesta a las medidas tomadas por Nueva Delhi.
La escalada diplomática ha generado preocupación internacional, con llamados de la ONU a la «máxima contención» y a evitar que la situación se deteriore aún más. Estados Unidos, por su parte, ha dicho que no adoptará una posición sobre el estatus de Cachemira, la causa subyacente de las tensiones entre ambos países.
Cachemira: Un Conflicto Histórico y Recurrente
Cachemira ha sido el principal foco de las tensiones bilaterales entre India y Pakistán desde la independencia de la India británica en 1947. Tras la partición, ambos países se enfrentaron en tres guerras por el control de este territorio, que sigue siendo una de las zonas más militarizadas del mundo.
A pesar de que las relaciones entre India y Pakistán han mejorado en los últimos años, con un alto el fuego acordado en 2021, la decisión de India de revocar el estatus especial de Jammu y Cachemira y los crecientes esfuerzos por centralizar la administración de la región han provocado nuevas críticas y tensiones con Islamabad.
Ahora, el atentado terrorista y la suspensión del Tratado de Aguas del Indo amenazan con llevar a la región al borde de un conflicto armado entre las dos potencias nucleares, con el riesgo de una escalada que podría tener consecuencias devastadoras para la estabilidad regional y global.