Durante su reciente visita a Chile, la Princesa Leonor, heredera al trono de España, sorprendió a todos al acercarse a un humilde restaurante en la comuna de Viña del Mar. Acompañada de un grupo de guardiamarinas españoles, la futura soberana disfrutó de una comida sencilla y cálida, dejando una huella imborrable en los dueños del establecimiento.
Según relató Marcelo Assicie, el propietario del restaurante, la visita se dio de manera inesperada, sin previo aviso. Sin embargo, la recepción fue cálida y atendieron a la princesa y sus acompañantes como a cualquier otro cliente. «Fue una visita inesperada, muy grata. La recibimos sin esperarla y fue atendida de la misma forma que atendemos a todos nuestros clientes», indicó Assicie.
Un Encuentro Especial y Significativo
Los jóvenes guardiamarinas fueron agasajados con platos típicos de la gastronomía local, como croquetas de carne mechada, una tiradita de corvina y ají de gallina. Según los dueños del restaurante, la princesa Leonor y sus acompañantes disfrutaron de la comida en un ambiente tranquilo y relajado.
«La verdad es que es algo muy significativo para nosotros. Jamás pensamos que podríamos recibir a alguien como ella. Fue un regalo de la vida», agregó Assicie, visiblemente emocionado por la visita inesperada.
Manteniendo la Sencillez y la Calidez
Desde el restaurante, también compartieron una publicación en redes sociales donde expresaron su gratitud por la visita de la princesa Leonor. «Tuvimos el honor de recibir en nuestra casa a la princesa Leonor, heredera del trono de España y futura reina. Ella llegó acompañada de su grupo de cadetes, y como en todo encuentro especial, quisimos mantener la atención sencilla, cálida y sin alterar la magia del momento.»
Los dueños del establecimiento resaltaron que, a pesar de la importancia de la visita, buscaron mantener un ambiente tranquilo y natural, permitiendo que la princesa y sus acompañantes disfrutaran de la comida y el momento sin mayores protocolos o fanfarria.
«Para nosotros, como familia y como restaurante, fue un regalo. Una de esas sorpresas que la vida te da sin previo aviso, pero que te dejan el corazón llenito», concluyeron los anfitriones, emocionados por haber recibido a la futura reina de España en su humilde establecimiento.